Recomendamos formar
grupos en las aulas de clase y propiciar el diálogo democrático
participatorio.
No hay educación sin estudio personal y grupal en la lectura de
la realidad y en la participación reflexiva y crítica de los estudiantes,
confrontándola.
DEMOCRACIA
Y LA CIUDADANÍA, SEGÚN PAULO FREIRE
1. “La ciudadanía no llega por casualidad: es una construcción que, jamás
terminada, exige luchar por ella. Exige compromiso, claridad política,
coherencia, decisión. Es por esto mismo por lo que una educación democrática no
se puede realizar al margen de una educación de y para la ciudadanía Estaremos
desafiándonos a nosotros mismos a luchar más en favor de la ciudadanía y de su
ampliación. Estaremos forjando en nosotros mismos la disciplina intelectual
indispensable sin la cual obstaculizamos nuestra formación así como la no menos
necesaria disciplina política, indispensable para la lucha en la invención de
la ciudadanía”
Cartas
a quien pretende enseñar. Paulo Freire, Editorial Siglo XXI, 1996 –2ª
edición-, México
2. Es de esta manera que irrumpe,
por una parte un cierto autoritarismo, más o menos tecnocrático, que reduce la
ciudadanía a un mero ejercicio práctico y objetivo de tener derechos - no
creas tener derechos: feminismo de la diferencia- y ejercer la tiranía de
la libertad - “el todopoderosísimo de sus libertades, exentas de límites,
libertades que se inclinan a la licenciosidad”
Pedagogía de la
indignación. Paulo Freire. Morata, 2001 -1ª edición-, Madrid.
3. “ He ahí una de las
tareas de la educación democrática y popular: posibilitar en las clases
populares el desarrollo de su lenguaje, nunca por el parloteo autoritario y
sectario de los “educadores”, de su lenguaje que, emergiendo de su realidad y
volviéndose hacia ella, perfile las conjeturas, los diseños, las anticipaciones
del mundo nuevo. Esta es una de las cuestiones centrales de la educación
popular: la del lenguaje como camino de invención de la ciudadanía”
Pedagogía de la
esperanza. Paulo Freire. Siglo XXI editores, 1993 –1ª edición-, México.
4. “toda práctica educativa
liberadora, valorando el ejercicio de la voluntad, de la decisión, de la
resistencia, de la elección, el papel de las emociones, de los sentimientos, de
los deseos, de los límites, la importancia de la consciencia en la historia, el
sentido ético de la presencia humana en el mundo, la comprensión de la historia
como posibilidad y nunca como determinación, es esencialmente esperanzadora y,
por eso mismo, provocadora de esperanza”
Pedagogía de la
indignación. Paulo Freire, Morata, 2001-1ª edición-, Madrid.
José Rouillon Delgado
Celular: 952 36 8114 Casa:
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"POR
LA UNIÓN DE LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE"
"Para transformar
nada es suficiente y todo es necesario"
"La esperanza con
alegría no es enemiga del rigor científico"
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