domingo, 30 de junio de 2013

♣ CAMBIAMOS LA EDUCACIÓN O ESTE MUNDO SE VA A PIQUE

La educación que tenemos roba a los jóvenes la conciencia, el tiempo y la vida.
                            Entrevista a Claudio Naranjo, psiquiatra chileno.

Cuando uno escucha a este psiquiatra chileno de 75 años da la sensación de estar frente al Jean-Jacques Rousseau de nuestro tiempo.

Cuenta que estaba bastante dormido hasta que en los años 60 se fue a vivir a EE.UU., allí fue discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX y formó parte del equipo del Instituto Esalen en California. Allí tuvo grandes experiencias en el mundo terapéutico y en el mundo espiritual. Contactó con el sufismo y se convirtió en uno de los introductores de Eneagrama en occidente. También bebió del budismo tibetano y el zen.
Claudio Naranjo ha dedicado su vida a la investigación y a la docencia en Universidades como Hardvard y Berkeley. Ha fundado el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores. En este momento está lanzando un aviso muy contundente: o cambiamos la educación o este mundo se va a pique.

-Dices que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación ¿cuál es la problemática de la educación y cuál es tu propuesta?

-La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. 

Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser.

La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida.

El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona.

-¿Cómo sería una educación para que seamos seres completos?

-La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por sí misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mí me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda.

-¿Cuándo hablas de espiritualidad y de mente profunda a qué te refieres exactamente?

-Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual.

La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente.

Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores.

-A la educación parece solo interesarle desarrollar la parte racional de la gente ¿Qué otras cosas podrían desarrollarse?

-Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón.

Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia.

La clase política no está dispuesta a apostar por la educación.

-La educación nos sumerge en un mar de conceptos que nos separan de la realidad y nos aprisiona en nuestra propia mente ¿Cómo se puede salir de esa prisión?


-Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo… Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. 

La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. 

Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza.

-Precisamente quería preguntarte tu opinión sobre la crisis ecológica que vivimos.

-Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora.

Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos.

La gente a la que llamamos más primitiva como los indígenas tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta.

-¿Podríamos decir que has encontrado un equilibrio en tu vida a esas alturas?

-Yo diría que cada vez más, aunque no he terminado el viaje. Soy una persona que tiene mucha satisfacción, la satisfacción de estar ayudando al mundo en el que estoy. Vivo feliz, si se puede ser feliz en esa situación trágica en la que estamos todos.

-Desde tu experiencia, tu trayectoria y tu madurez, ¿cómo procesas el hecho de la muerte?

-En todas las tradiciones espirituales se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto modo muere antes de morir. 

Uno tiene que morir a la parte mortal, a la parte intrascendente. Los que tienen suficiente tiempo y vocación y que llegan suficientemente lejos en este viaje interior se encuentran tarde o temprano con su verdadero ser. Y ese ser interior o ese ser lo que uno es, es algo que no tiene tiempo y que le da a una persona una cierta paz o un sentido de invulnerabilidad. Estamos muy absortos en nuestra vida cotidiana, en nuestros pensamientos de alegría, tristeza, etc… 

No estamos en nosotros, no estamos atentos a quien somos. Para eso necesitamos estar muy en sintonía a nuestra experiencia del momento. Esta es la condición humana, estamos viviendo hacia el pasado y el futuro, el aspecto horizontal de nuestra vida. Pero poco atentos a la dimensión vertical de nuestra vida, el aspecto más alto y más profundo, eso es el espíritu y es nuestro ser y la llave para acceder es el aquí y ahora.

A veces vamos en busca del ser y a veces nos confundimos en la búsqueda de otras cosas menos importantes como la gloria.

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sábado, 29 de junio de 2013

♣ CAMBIAR EL MUNDO: PODER, ANTIPODER Y CONTRAPODER

Recomendamos lectura: son 14 páginas que debatirán con Ud. mismo lo que piensa. ¿Hay mucho o poco para cambiar?Todos somos libres, pero propuestas pasadas no pueden seguir iguales, y la unidad requiere consensus.
josé.

Entrevista con Guillermo Almeyra
Poder, anti-poder y contrapoder
Jaime Leroux y Octavio Moreno
Revista La Guillotina, México.
Octubre-dic.  del 2002 (¿?)
Debate sobre 'Cambiar el mundo'
© Ediciones Herramienta. Rivadavia 3772 - 1º "B" (1204) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

No cabe duda de que estamos en el comienzo de una revaloración profunda de lo que implica la lucha social y política.

Por una parte nos enfrentamos a un profundo desgaste de la izquierda, concepto que está hoy en cuestión, sobre todo por el papel que han jugado las izquierdas vanguardistas y partidarias, con su concepción organizativa, jerárquica y autoritaria, cuyo objetivo fundamental era la transformación social a través de la toma del poder.

Por otro, presenciamos la emergencia en el mundo de movimientos de izquierda, que sin reclamarse socialistas ni aceptar la idea de luchar por el poder mediante la organización partidaria, están haciendo política, como es el caso del EZLN, el MST brasileño o el movimiento Pacachutik de Ecuador.
Es en esta encrucijada en la que por fin se está planteando una discusión sobre cómo lograr los objetivos liberadores, anticapitalistas, más allá de los viejos moldes y los fracasos históricos, lo que puede confirmarse con el revuelo que ha causado la publicación del libro Cómo hacer la revolución sin tomar el poder de John Holloway, que se presenta como un intento serio de cuestionar la historia de las izquierdas y preguntarnos cuáles son los fines y cuáles los medios idóneos para llevar a cabo la transformación social.


En este sentido, la afirmación de Holloway de que la lucha por el poder no nos ha servido para transformar las relaciones sociales y, que, por lo tanto, no puede ser más un referente obligado de la acción revolucionaria, ha abierto una gran controversia en la que ha destacado como su crítico más lúcido el profesor Guillermo Almeyra, quien señala que "En su análisis, Holloway elimina la política y la historia".

"Es cierto que es necesario combatir la noción misma del poder y que hay que hacerlo en la vida cotidiana, señala Almeyra, para quien "eso no basta, porque los otros siguen ejerciendo el poder".

"Si uno quiere acabar con el poder tiene que ejercer un contrapoder" afirma Guillermo, militante socialista de toda la vida, investigador, profesor y escritor que conoce profundamente los movimientos políticos y sociales de América Latina y ha sabido ser un testigo lúcido de un siglo pleno de luchas, traiciones y derrotas, que apuesta por una visión realista que trata de recuperar el sentido de la lucha política de las distorsiones que hoy la limitan.

"Lo que Holloway combate es la idea de vanguardia, una idea religiosa, pero al hacerlo está presente la idea de lograr una mejora del alma humana en el sentido cristiano, un pensamiento que está derrotado porque ignora la historia, la política y la lucha de clases", señala.

¿Cuáles son los límites del discurso de Holloway? ¿Podemos realmente prescindir de la lucha electoral y política? ¿Se está exagerando el sentido libertario de luchas como las que hoy libra el movimiento asambleario y piquetero argentino? Estas son algunas de las interrogantes que a continuación presentamos en una entrevista que aborda desde una perspectiva esclarecedora un debate, que como Almeyra mismo señala, apenas comienza.
* * *

Se ha abierto un amplio debate en torno al tema de la toma del poder que tiene su origen en la experiencia de movimientos que, como los zapatistas o el MST, han puesto en cuestión los fundamentos de muchas organizaciones de izquierda. ¿Cómo definirías la situación actual de las izquierdas?

El término izquierda es relativo, nació para definir a los que estaban a la izquierda del recinto de la Asamblea durante la revolución francesa, y que acabarían guillotinándose unos a otros, pero se refiere más bien a la actitud de quienes no están conformes con el sistema y quieren sustituirlo o reformarlo radicalmente; y creen que eso se puede hacer a través de las instituciones como sucedió en la revolución francesa.


Hoy el concepto está gastado, a muchos les asusta oír hablar de socialismo o comunismo pues se identifica con las dictaduras burocráticas, con el estalinismo.
No obstante, los periodistas siguen utilizando el término izquierda como un concepto genérico, una etiqueta que califica por igual a grupos, corrientes y personas que no tienen nada que ver entre sí.
En Europa se señala lo mismo a Blair y la Tercera Vía (una política neoliberal con preocupaciones sociales cosméticas) que a Felipe González y los partidos socialdemócratas europeos, o a partidos como Refundación Comunista en Italia.
En Latinoamérica se consideran como de izquierda a un amplio espectro de grupos, tanto a los partidos políticos - el PT brasileño o el PRD mexicano - como a movimientos sociales muy diferenciados: al Movimiento de los sin tierra, que se definen socialistas y tienen un programa democrático radical; a los indios en Bolivia que integran un gran frente político; o a la federación indígena de Ecuador, Pachakutic, que se niega a ser llamada socialista y busca "renovar el mundo" con cambios anticapitalistas.

Lo que podemos constatar es que la izquierda que está emergiendo en el mundo es muy diferente de la izquierda anterior.
Antes las izquierdas, los partidos comunistas, socialistas o los de la "nueva izquierda" (término que surgió en el 68 para designar a las organizaciones trotskistas y maoístas que se opusieron a las políticas comunistas y socialistas) tenían como objetivo un cambio de régimen y en torno a él la construcción de una nueva política.
La izquierda de hoy no se define socialista, no acepta la idea de partido, pero hace política. Las manifestaciones contra la globalización, la lucha de los centros autogestivos en Europa, la lucha de los piqueteros en Argentina o la de los zapatistas, representan experiencias políticas.

En su libro John Holloway, hace eco de una idea que está presente en los nuevos movimientos sociales, la crítica a los partidos. El considera que la idea que mueve a estos, la toma del poder, ha significado históricamente la derrota de las luchas revolucionarias.

En su análisis Holloway elimina la política y la historia. El capital no solo son leyes económicas, el capital debe hacer política, bajar a un territorio con gente concreta para realizar su ganancia. No es sólo un movimiento abstracto de valor, es también circulación de ideas y de dominación. Las revoluciones no se explican por leyes económicas, sino por la historia, que toma cursos inesperados porque los pueblos hacen su experiencia política de cara a los acontecimientos y empujados por éstos, no preparándolos ideológicamente. Lenin estaba tomando vino en Suiza cuando le llegó la noticia de la revolución en Rusia.

En la historia, decía Braudel, hay tiempos cortos y tiempos largos. El proceso largo que se inició con la revolución norteamericana y siguió con la revolución francesa no ha terminado - no existe aún liberté, egalite o fraternité.

Existen también los tiempos cortos, como el que se dió entre la revolución de febrero y la revolución de octubre en Rusia, o el que considera a la revolución rusa como un movimiento libertario, con democracia en el partido y pluripartidismo, que duró sólo dos años. La derrota de la Comuna de París llevó menos tiempo. Pero estos no son hechos aislados, la Comuna preparó la revolución rusa, y la derrota de ésta, a su vez, forma parte de los tiempos largos que nos toca vivir.

Nuestra vida es corta. La vida me ha permitido ver varias cosas, el ascenso del fascismo, el bomm de la posguerra, el crecimiento del estalinismo. Los procesos políticos que puede ver una persona son cortos, pero los procesos políticos reales en la vida de las sociedades son largos. El problema que enfrentamos es que para muchos el socialismo fue esa mierda que conocimos con el nombre de socialismo real. Hace sesenta años éramos pocos los que estábamos en contra de ello, ahora no hay duda para nadie que eso no era el socialismo.

Los procesos en la historia no son lineales, como pretende Holloway, son procesos y cada ruta es una experiencia. Esa es la historia de la lucha de clases.

Nosotros pensamos que Holloway está decantando con mucho tino el ambiente político que han generado estos movimientos - piqueteros, cegeacheros, globalifóbicos - que coinciden en cuestionar a las instituciones y desmarcarse de cualquier visión patrimonial del poder. Replantear el sentido del para qué y el cómo luchar.

Holloway exagera completamente el sentido de esas luchas, dice que el grito de "que se vayan todos” es una consigna revolucionaria que quiere decir "que se vaya el capitalismo", y no es así. Los que hoy ocupan fábricas no están diciendo "que se vaya el capitalismo" porque el capitalista ya se fue y dejó la fábrica. Entonces la ocupan y siguen en la búsqueda de mercados o de que el gobierno se haga cargo. No han roto con el capitalismo y en esto Holloway se equivoca.

Lo mismo sucede con su interpretación del poder, es cierto que es necesario combatir la noción misma de poder y que hay que hacerlo en la vida cotidiana, pero eso no basta porque los otros siguen ejerciendo el poder.

Holloway formula una pregunta que no responde: ¿qué pasa si en medio de la noche te asalta un tipo a mano armada en una calle desierta?

 Cuestiona el hecho de que al defenderte ejerces la violencia como la ejerce el atacante. ¡Pues sí, es la violencia contra la violencia! ¿Ofende tu calidad humana? ¡Claro que sí! Pero evita que seas una víctima pasiva. Si uno quiere acabar con la violencia debe tener la idea de que hay que responder a ella. Si uno quiere acabar con el poder tiene que ejercer un contra-poder. Estás en un mundo de lucha de clases, no en uno de gente que se puede convencer.

Lo que Holloway combate es la idea de vanguardia, una idea religiosa, pero al hacerlo excluye la política. En él está presente la idea de lograr una mejora del alma humana en el sentido cristiano, un pensamiento que está derrotado históricamente, el pensamiento de los que excluyen la historia y la política, la lucha de clases.

En Argentina ya ocurrió un estallido que tiró a varios gobiernos y dejó un enorme vació de poder y el descrédito total de la clase política. Tú has planteado que es un movimiento más reactivo-defensivo que programático...

Estoy de acuerdo en que el movimiento es muy importante en tanto que es una expresión de repudio al capitalismo.

La aparición de un movimiento amplio, surgido de los sindicatos, ha sido sumamente positivo para la diferenciación de clase en la Argentina. Esto ha permitido crear una experiencia política con gente de orígenes diversos, que siempre había seguido a caudillos y hoy es protagonista de la política. Sin embargo, los piqueteros son un sector heterogéneo; algunos están organizados por maoístas, otros por una secta trotskista; hay piqueteros que rechazan la idea de partido y otros están bajo el dominio de la Confederación de Trabajadores de Argentina, que tiene una visión socialcristiana.
Lo que tenemos es una izquierda difusa, con grandes prejuicios hacia los partidos, pero que en cierta medida está más avanzada que aquellos porque hace política.

En las asambleas populares algunos piqueteros también tienen prejuicios en contra del socialismo - de hecho ninguna de las tendencias plantea un programa socialista - pero todos avanzan hacia un, es una experiencia anticapitalista. ¿Qué capitalismo funciona si llaman a no programa democrático radical incompatible con el capitalismo pagar la deuda exterior, a estatizar los bancos y las empresas fundamentales, a subordinar los intereses del capital a las necesidades de la gente? Su programa abre caminos que no son capitalistas.

Con respecto al “que se vayan todos”. Es una expresión de rechazo que cada vez menos gente la grita. Corearla no significa que tienes una alternativa simplemente que repudias a los que están en las instituciones lo cual fue importante para la gente que hace año y medio apoyaba a Menem, pero eso no indica que haya una ruptura política en el régimen argentino. De hecho, para las próximas elecciones se piensa que habrá un abstencionismo de 35 % - alto pues el voto es obligatorio -, el 65 de los votantes va a votar básicamente por dos peronistas de derecha, luego por el CTA, una postura de centro izquierda que iría por una cuarta parte de los votos. Así que no es cierto que haya una situación revolucionaria.

¿Como ves el triunfo de Lula?

Hay que diferenciar. Lula, el PT y la Central Obrera están negociando todo porque creen que no se puede salir del sistema.
No son traidores, no son agentes del capital pero están negociando.
El MST es independiente, ellos organizaron el plebiscito contra el ALCA junto con la izquierda de la iglesia católica y obtuvieron diez millones de votos. Ni Lula ni el PT apoyaron eso, pero esos movimientos independientes votaron por Lula. Una cosa es golpear juntos en un clavo cada uno con su martillo, y otra cosa es darle el martillo a Lula para que con él te pegue en la cabeza.

Mientras el gobierno de Lula negocia con el Banco Mundial, los sin tierra siguen tomando tierras de forma legal o ilegal, ¿no se está encamina Brasil hacia una profundización de la reforma agraria?

Lo que Lula les ha respondido es que vayan y desmonten, lo cual es una barbaridad ecológica y una barbaridad desde el punto de vista social. Toda esa gente irá a cortar árboles y hacer tierras cultivables en selvas extremadamente frágiles como la Amazonia. 
Es lo mismo que hizo Echeverría en los setenta, mandó a todo mundo a las cañadas de Chiapas que luego se hicieron zapatistas.

En torno al triunfo de Lula, se habla de una retroalimentación del PRD mexicano.

Porque en el PRD creen que fue un triunfo de Lula, y no es así. Es un triunfo de los brasileños que tomaron a Lula y lo proyectaron.

Lo cierto es que la política de la izquierda como el PRD o el PT brasileño, que participan de la vida institucional, se encuentra a prueba.
 ¿Por qué circunscribir la política a los espacios institucionales, legales del Estado? ¿Es realmente este un escenario de lucha política?. Tu mismo has señalado que hay actitudes antipolíticas, como el nuevo disfraz de la lucha por el poder parlamentario

En la época de la mundialización el campo de lo político tiende a reducirse porque las decisiones se toman en el exterior.
Los gobiernos no controlan los elementos esenciales para hacer política, que se refugia, no en el parlamento o las instituciones, sino en movimientos amplios basados en el territorio que no se identifican con las estructuras partidarias, aunque en algún momento tengan que hacer un acuerdo con estas. No dependen de los partidos, los utilizan. Votan porque no hacerlo es la peor forma de luchar, pero utilizan los procesos electorales como tribuna.

Entrar en la lucha electoral y parlamentaria es un problema de táctica.
Si la relación de fuerzas no nos favorece, tenemos que usar terrenos de lucha que no son nuestros, como las elecciones. Dejar de participar, implica que sean elegidos guardias blancas y gentes del PRI. No es un problema de confianza en las instituciones, si queremos mantener la organización, la autodeterminación y elevar la conciencia entonces es mejor que uno de los nuestros quede como alcalde y no uno del bando del cacique.

La toma del poder fue el objetivo central de las izquierdas marxistas hoy la tendencia es a crear experiencias autonómicas o asamblearias. ¿No estamos frente a un posicionamiento más estratégico?

Tienes que utilizar todas las armas que estén a tu disposición y saber que no juegas sóloEstás enfrentando a otro que te asesina, te persigue, te mata de hambre, hace el ALCA. No podemos decir que no tenemos nada que ver con eso. 
Para lograr un cambio de mentalidades hay que reconocer que la cabeza de la gente se forma en esa realidad, y que si eres indígena, como tal estás marcado por el capitalismo. 
¿Qué podemos pensar cuando la mayoría de los campesinos nahuas que van a la educación bilingüe, rechazan aprender su propia lengua - porque lo consideran inútil - y piden que en vez recibir educación en nahua, la den inglés?
¿Cómo introyectan los valores de la clase dominante? No podemos olvidarnos de los que están el poder, y que tenemos que sacarlos de ahí para que existan condiciones de vida.

Había un horizonte histórico en Marx y en Lenin, quienes plantearon que la lucha por el poder implica en el largo plazo una lucha por la disolución del Estado, por derrotar las instituciones externas o que están por encima de la sociedad.

Marx decía que había que pasar de la “administración de las personas”, o sea del “poder sobre” como dice Holloway, a la “administración de las cosas”. 
Significa que siempre tendrá que haber alguien que haga funcionar las autopistas, que haga funcionar los horarios, etc. 
No un poder sobre la gente. 
Esto se puede combinar perfectamente con los medios cibernéticos: la participación directa, el control sobre los representantes, la derogación de los mandatos, la eliminación de todos los privilegios. Todo lo que forma parte de la separación entre lo que aquí se llama falsamente clase política y el electorado.
Sacar del poder a los capitalistas es el primer primer paso para la disolución del poder y del gobierno. Marx no quería un Estado, él hablaba de comunas libres asociadas.

En el contexto de la crítica a los grandes mitos de la izquierda, el rechazo no sólo se manifiesta contra los partidos, sino contra las instituciones del Estado. La izquierda siempre tuvo al Estado como punto de llegada, como centro desde donde se podía intervenir.

La crisis de las instituciones sigue ahí, en la corrupción de los partidos de gobierno, incluidos los de izquierda, en la mentira del progreso indefinido, en la hegemonía del capitalismo por la vía institucional. Cada vez es más evidente que ha habido un retroceso al siglo antepasado. ¿Dónde están las 8 horas? ¿la protección infantil?

El Estado es una relación social, una especie de acuerdo por el cual yo acepto, por ejemplo, que el tamarindo dirija el tráfico porque si no sería un caos. El gobierno y las instituciones son solo una parte del Estado. El rechazo no se expresa contra el Estado sino contra las instituciones y la centralización de poder. Los zapatistas no se oponen al Estado, están creando un tipo de Estado que reconoce la autonomía, los municipios indígenas y las asambleas directas.

Tú has lamentado que se están imponiendo formas de pensamiento que rechazan lo político. En contraparte el zapatismo cuestiona a las intituciones del Estado y las relaciones de dominación que producen. En ese sentido no es una solución señalar que los zapatistas también están construyendo instituciones, porque ellos han dicho que no son vanguardia, que están bregando en la pregunta.

Ellos dicen que no hay nadie que tenga la verdad revelada, por eso cuando preguntan no dicen lo qué hay que responder. 
Eso es importante porque excluye al partido de tipo estalinista; pero eso no niega otras formas de partido. 
No se puede decir este martillo es malo porque puede asesinar a una persona, pues también sirve para reparar unos zapatos, depende de quién lo use.

En cuanto a que estén cuestionando las relaciones de poder, es relativo.Ellos forman municipios libres, lo que implica una estructura, tienen un ejército con mandos. Tienen otros valores (lo que me parece justo en la medida en que los partidos y los sistemas de representación son una estafatú me delegas tu poder y yo hago lo que quiera durante cuatro años), por eso plantean construir relaciones de igualdad, autonomía.
Pero hay que hacerlo todos los días, la autonomía no puede significar que un municipio conjunto de tojolabales y tzotziles se separe porque los cabrones tzotziles te mayoritean. Si queremos cambiar la mentalidad de la gente lo tenemos que hacer en los hechos, y el zapatismo solo lo está haciendo en parte. Por eso Marcos dice lo que quiere y no hablan los otros.

No hay parámetros de comparación entre el zapatismo y la izquierda que le antecedió. Antes se decía que el hombre nuevo surgiría con el socialismo, ahora reivindicamos lo pluricultural, el respeto a la diferencia, hemos tirado a la basura los modelos. Cualquier intento de solución teórica deberá tener y partir de una visión histórica del problema.

Exactamente, se debe abrir la discusión sobre la realidad actual partiendo de la base de que nadie tiene la verdad. Las experiencias de América Latina se dieron en un ambiente en el que predominaba una concepción religiosa, entre estalinista y católica, todos se creían salvadores con armas. Los resultados son catastróficos. ¿De dónde viene la piñata sandinista? De la concepción que dicta: “como vanguardia nos es permitida cualquier cosa”.

Hoy es evidente que el hecho de tomar el gobierno no basta para la creación de un hombre diferente, lo que apenas se podía lograr era tener un país un poco más moderno. Pero, por más que reconozcamos en el Che a una persona que ponía el acento en el compromiso humano que entrañaba la revolución, no podemos negar el descrédito total de la guerrilla, de las formas clásicas de  representación de los partidos, de las instituciones.
Eso es positivo porque es un paso hacia una solución distinta, y los ejemplos están a la vista: el MST brasileño, un movimiento con una estructura mesiánica - ya que tiene su origen en las comunidades de base, con una dirección semiclandestina, se ha abierto al desarrollo del movimiento de ocupación; los indígenas ecuatorianos practican formas de democracia directa que les han permitido destituir a varios de sus dirigentes cuando estos se corrompen; los bolivianos mantienen formas de autogestión desde 1952, están más avanzados que cualquier otra agrupación en América Latina, incluso que los zapatistas.

Vivimos la emergencia de movimientos que plantean la necesidad de atender lo local, pero los estados nacionales están acotados por una política capitalista global. Esto ocurre en México, Brasil, Bolivia, Ecuador o Argentina, donde los movimientos luchan por objetivos concretos con métodos extremos.

Lo local tiene que reflejar lo globalpero hay que partir de lo local para ofrecer otra globalidad.
Lo importante de los que luchan por otra globalización es que buscan una alternativa de país y no solo en una solución para su municipio. Las políticas se hacen sobre el territorio, el territorio de un país con una cultura y una identidad.

En este marco, nos encontramos con un indígena que para conseguir que le paguen su jubilación tiene que hacer al menos una huelga de hambre. Es decir que para conseguir los derechos constitucionales hay que armar la de San Quintín. En Atenco, para que respetaran su tierra, la población tuvo que insubordinarse en armas. La adopción de nuevos métodos de lucha más radicales nos muestra que estamos en un momento de cambio en la correlación de fuerzas. La revolución es un cambio drástico o abrupto, pero es un fenómeno excepcional en la historia, el resultado de una acumulación de fuerzas tal, que ¡pum! Todo salta.
Bueno, ahora estamos en un momento de cambio en la correlación de fuerzas, cuyo motor es la aparición de movimientos y nuevos actores que están haciendo política.

En torno a este fenómeno Bartra dice que no debe haber una pugna entre reforma y revolución.

Nunca hubo una muralla china entre ambas. Las revoluciones se hicieron buscando reformas, son el resultado del fracaso de la idea de reforma, pero no la niegan, la incorporan a su horizonte. “Sufragio efectivo, no reelección”, eso era la revolución mexicana.
La necesidad de modificar políticamente el país dio como resultado la bola, no porque la gente hubiese querido una revolución - ese fue el resultado social - sino porque quería reformar al régimen.

Esto rompe con el paradigma de la izquierda de la revolución como un estallido que irrumpe contra todo y contra todos.

Esa es la lectura jacobina, una falsa lectura del fenómeno presente en Marx y Lenin, porque la revolución francesa era el único ejemplo a su alcance. Lo cierto es que los nuevos procesos revolucionarios serán distintos a los anteriores. 
Para empezar ya no hay un campesinado o un proletariado, hay una relación tal en que el campo se ha concentrado y se ha tecnificado; los campesinos e indígenas se han politizado, mientras que las ciudades se han marginalizado a lo bruto. 
Se han roto también las relaciones históricas que daban base a los conservadurismos, así como las divisiones entre los países. 
Todo eso demuestra que el zapatismo es posible, porque si la piel del tambor está tensa, en cualquier lugar de la tierra que golpees, aún con poca fuerza, vas a tener un retumbo tremendo.
Además hay una unificación de la tecnología y las luchas a anticapitalistas. Los zapatistas no hubieran durado ni una semana si no hubiera habido internet y televisión.

En el marco de este debate ¿cómo debemos concebir al poder?

Depende cómo lo percibimos. El poder está en todos lados, en las relaciones personales, en el hecho de que existan títulos profesionales, Foucautl dice que todos tenemos un fascista en la cabeza.
Pero en el proceso de eliminar esos poderes, el ser más transparente y democrático no puede vivir al margen de lo que ocurre en la política, tiene que responder ante la violencia permanente del poder. 
No es posible cambiar la cabeza de la gente primero y luego construir relaciones más decentes, es algo que va mezclado, y en eso coincido con los zapatistas, nadie tiene una receta. 
Eso hace difícil el proceso, porque en cada uno de nosotros hay elementos conservadores muy fuertes, no vivimos fuera ni aislados de esta realidad, estamos atravesados por el poder.

Quisieramos clarificaras los conceptos de contrapoder y anti-poder, a la luz de esta fase en la que nos encontramos de destrucción del orden anterior y creación de nuevos caminos.

El contrapoder es algo impuesto por el poder. Si un policía te quiere pegar tienes que responder, o escapas o esquivas el golpe y le das una patada. Al ejercer un contrapoder se corre el riesgo, como dice Holloway, de educar y crecer en el poder. Eso es algo inevitable. 
El contra-poder es distinto a la auto-organización, que te permite desarrollar una nueva subjetividad, nuevos valores y relaciones anti-poder.

Para reconstruir una casa que se está cayendo en pedazos, necesitas primero derribarla, limpiar los escombros, necesitas ladrillos nuevos, escoger lo que vas a reutilizar. Estamos en esa fase, en la que están apareciendo experiencias políticas masivas que, sin darse cuenta, están buscando soluciones distintas.

Sin embargo, es importante distinguir el tercer mes de embarazo del noveno. El embarazo existe, pero no se puede creer que todo está resuelto. Algunos sectores sociales como los jóvenes, las clases urbanas marginalizadas provenientes del campo o la emigración y los campesinos dependientes golpeados por la crisis se movilizan contra el capitalismo, creando cada vez más conciencia, organizaciones y modelos de autogestión.

Hay un proceso de autoorganización creciente, una mayor distinción entre la participación social - la autogestión, la democracia directa - y la vieja idea de la dirigencia de izquierda.
Desde este punto de vista la contradicción entre partidos y movimientos es ficticia, porque con diferentes formas siempre ha habido partidos, posturas. El partido como hoy lo conocemos, una estructura burocrática integrada en el Estado, es una invención de la revolución francesa, una forma que no puede ser eterna.
Lo que ahora hay que crear es otro tipo de movimiento, que haga política, que reúna a la gente en torno a ideas y en ese sentido tenga un adventum suficiente para reunir a gentes de las diversas tendencias sin imponer posturas. Pero eso está empezando apenas, la ofensiva está de parte del capital en todos los terrenos. Las luchas todavía son defensivas. A escala mundial todavía vamos perdiendo.

Debate sobre 'Cambiar el mundo'

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♣ BRASIL, EL POPULISMO DE LULA ESCONDÍA UN PROYECTO NEOLIBERAL, por James Petras

EL CAPITALISMO SE VISTE DE IZQUIERDA EN EL MUNDO PARA ENGAÑAR A LOS POBRES. BRASIL POR EJEMPLO FUE ENGAÑADO MÁS DE DIEZ AÑOS POR LULA. EN EL PERÚ NI QUE HABLAR.

James Petras: “Tras el populismo de Lula se escondía un proyecto neoliberal”
Entrevista  al sociólogo norteamericano James Petras.
Emisora uruguaya “Radio Centenario”,

 “La principal preocupación del populismo del PT es apalancar el capitalismo brasileño”, dicen los comunistas brasileños.
27 junio, 2013         

En una reciente entrevista concedida a la emisora uruguaya “Radio Centenario”, el sociólogo norteamericano James Petras manifestó su convicción de que la política que se ha seguido en Brasil desde la época de los gobiernos de Lula, no tiene nada que ver con las necesidades populares. Petras cree que lo que se está construyendo en ese país es un proyecto agro minero de populismo neoliberal, encubierto bajo la imagen de Lula, que se presenta como “amigo de los pobres”.


La verdad es que durante años, y a contracorriente con la opinión de muchos “progresistas“ europeos, James Petras ha venido denunciando no sólo la profunda corrupción que afecta al conjunto del Partido del Trabajo, la organización política que ha liderado Lula, sino también la falsa fachada popular tras la que se han refugiado los gobiernos de Lula y Rousseff. Los hechos últimos no han hecho sino confirmar sus acertados pronósticos de antaño.

“Mientras Brasil acumulaba enormes recursos económicos - precisa el sociólogo estadounidense – a partir de los altos precios de las materias primas, muchos académicos pensaron que los programas “anti pobreza” permitirían que mucha gente engrosara las filas de la clase media, y con el consumo que ello generara, se produciría un nuevo modelo progresista”.

Pero lo que en realidad estaba pasando – opina Petras- era una cosa muy diferente.
“En Brasil se estaba produciendo una enorme concentración de beneficios, una enorme acumulación de capitales y una buena parte de él pasaba directamente a las multinacionales y a las cuentas bancarias situadas en el exterior. Era conocido cómo en Nueva York, Florida y Miami, los brasileños compraban fastuosos apartamentos de un millón, dos millones de dólares”.

“Pero los “progresistas”, los intelectuales propagandistas del régimen de Lula, como Emir Sader, propalaban la idea de que lo que realmente Lula -y después Rousseff- estaban construyendo era un nuevo “modelo progresista” que trataba de combinar el bienestar social con el crecimiento económico”.

James Petras cree que es verdad que algunos ingresos elevaron el estándar de vida. Pero, en cambio, la vida cotidiana no hizo más que deteriorarse. “Es decir, que si cuantificabas el ingreso de los pobres, éstos habían crecido entre un 20 y un 30%, en términos nominales. Pero los gastos para vivir, las condiciones de vida, los hospitales, el transporte, las escuelas no habían recibido ningún tipo de subvenciones”.

La verdad es que el lugar donde iban a parar esas subvenciones era a sectores los claves de la economía brasileña: el primero era el sector agro minero, que constituía el motor del crecimiento -exportaciones de minerales, petróleo y agricultura, soja, carne. El segundo sector beneficiado eran los macroproyectos que llenaban las cajas de los grandes contratistas. Y el tercer sector lo formaba la enorme explosión de corrupción que se movía y crecía alrededor del entramado de esos contratos.

“Esa coexistencia entre corrupción, enriquecimiento y la incapacidad de atender las exigencias populares quedó en evidencia por muchas razones”, explica Petras. “Por razones de la mistificación de Lula como demagogo populista y después con Rousseff con la esperanza de que ella podría por lo menos eliminar la corrupción que estaba fuertemente ubicada en todos los niveles del gobierno y del Partido del Trabajo“.

“Sin embargo, la paciencia de la gente terminó acabando. El gobierno se involucró en enormes gastos multimillonarios para el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. La gente ya no aguanto más. Pensar, como hacen algunos, que sólo fueron los 20 centavos de aumento del transporte lo que provocó la explosión, es una expresión de ignorancia supina. Como es igualmente falso pensar que millones de personas sólo han protestado por mejoras en los servicios públicos”.

“La causa del estallido - subraya el académico norteamericano – ha sido el conjunto del sistema, la construcción de una economía, donde toda la riqueza y todas las subvenciones están concentradas en una pequeña élite agro minera y en los banqueros y contratistas que se benefician de este proyecto. El problema es isotérmico, no es por un simple cambio de políticas públicas. Es la estructura de poder que está influyendo sobre las políticas de Lula y Rousseff, la estructura que concentra poder en los grandes agro negocios, dueños de minas como “Vale de Doce”, y otras empresas”.

LOS COMUNISTAS DICEN QUE EL GOBIERNO ESTÁ APALANCANDO AL CAPITALISMO BRASILEÑO

Por su parte, el Partido Comunista brasileño ha marcado con energía su distancia del gobierno populista de Rousseff, indicando que en Brasil la creciente fascistización del Estado tiene que ver con la opción del gobierno de evitar la crisis del capitalismo con más capitalismo.

“Es precisa mucha represión para profundizar la privatización de nuestro petróleo, de los puertos, aeropuertos, carreteras, para expulsar a los indios de sus tierras, “flexibilizar” derechos, adoptar un Código Forestal para el agronegocio, aliviar y favorecer al capital. En nuestro país, la explosión popular tardó en aparecer, en función de las ilusiones sembradas en 10 años de un gobierno que se dice de “izquierda”, pero cuya principal preocupación es apalancar el capitalismo brasileño”.

“Es evidente -continua diciendo la declaración emitida por los comunistas brasileños – que el aumento de las tarifas fue sólo una chispa para un movimiento que tiende a crecer y que tiene raíces en una insatisfacción sistémica. Tuvo el mismo efecto catalizador que los árboles de la plaza Taksim, en Turquía. Pero en la raíz de la indignación está el desmantelamiento de la salud y la educación, las privatizaciones, la brutalidad policial, la corrupción, la injusta distribución de la renta, la inflación, la precarización del trabajo, la falta de perspectivas para la mayoría de los jóvenes y, sobre todo, el sentimiento de traición del gobierno y la farsa de la democracia burguesa”.

Departamento 19 Autentico
Colectivos: de New York, New Jersey, Los Ángeles ,Florida, Missouri,
Milwaukee, Minnesota, Utah, Pensilvania.


domingo, 23 de junio de 2013

♣ LA CORRUPCIÓN UN PRODUCTO DE BANDERA

LA CORRUPCIÓN, UN PRODUCTO DE BANDERA
Por Carlos Villacorta Valles

La corrupción en el Perú se ha convertido en un producto de bandera, no solo por su alta rentabilidad: montañas de millones de soles que lavan altos “funcionarios” públicos, sino porque quedan impunes. Quienes encabezan esta dorada bandera es de conocimiento público –presidentes de la República, ex presidentes, congresistas y ex congresistas junto a sus hijos(as), suegras, suegros, amigos y financistas de campañas y solapados-.

Estos charranes y sus cánidos, nunca llenan este saco corrupto, declaran bandera conquistada y, se declaran “patriotas y candidatos para hacernos vivir mejor”, ¿no será para aprovecharse mejor? Y llevarse los milloncitos de saldo que quedaron después de su gestión, si otra vez vuelven a “ganar”. Por eso nos piden votos, pero nos miran como a parias. Ellos no tienen patria ni sociedad, la única patria y sociedad que tienen es su dinero y sus “empresas”.

Como señala Paulo Freire en Pedagogía de la Indignación: “Las leyes del mercado bajo cuyo imperio nos hallamos establecen, con rigor, el lucro como su objetivo principal e irrecusable, y el lucro sin límites, sin condiciones restrictivas a su consecución. El único freno al lucro es el lucro mismo o el miedo a perderlo”.

¿Por qué volvemos a votar por ellos? ¿Quién nos quitó la memoria? ¿Quién nos vendió la indiferencia con la política y la cosa pública? Si roban al Estado nos están robando a todos nosotros. Cuando llegan las elecciones, todos los candidatos ya tienen su parte y luego nos emborrachan con poses y palabras beneficiosas que nunca honran. Hablan con su boca “democrática” y no con su consciencia porque lo tienen sucia. Para ellos estamos en democracia, pero nunca lo practican ¿Hasta cuándo seguiremos cambiando nuestros votos con cajas de fósforo? ¿Hasta cuándo se estremecerá nuestra barriga con esos discursos nunca cumplidos?

Casi todos los medios de comunicación, principalmente la TV., son los encargados de establecer la estrategia de divulgar, promover y hacerla rentable.

La corrupción juega un altísimo rol para motivar a postulantes a la presidencia de la República, Gobiernos Regionales, Congreso, alcaldías y direcciones de instituciones educativas, quienes se encargan una vez en el gobierno y a su estilo, sembrar más corrupción en todas las instituciones del Estado, convirtiendo a su vez a la corrupción en una demanda nacional y local de fácil manejo para el enriquecimiento ilícito, sin trabajar.
El Poder Judicial es la mesa de partes, para el VºBº de la impunidad y, el Ministerio de Cultura, seguramente estará gestionando para que se decrete a la corrupción como patrimonio cultural.

El Estado es una plaza del mercado, una feria de corrupción ¿Quién chupa mejor el fisco?  ¡Yo mamo! ¡Tú chupas! ¡Ellos nos salvan! ¡Ellos nos eligen!

Imagínese amable lector, una pomposa ceremonia de condecoración para estos “políticos” y “funcionarios” por haber levantado bien en alto este “nuevo” producto de bandera del Perú, solamente desde 1990 del siglo pasado, porque a partir de esa fecha se masifica, dando como resultado la absoluta degeneración de la ya pervertida actividad política y la democracia, porque los más finos y profesionales inclusive consignan falsamente su hoja de vida, diciendo lo que no son y no les pasa nada. Otros viven con todos los lujos y comodidades y nadie conoce sus actividades económicas que no sea la política y, tampoco nadie los investiga, ¿no creen que hay que empezar a mirar profundamente debajo del agua?

Tan apetitosa es esta demanda que, -paraíso económico para ellos- faltando años para las elecciones, ya se están picoteando entre corruptos, de uno y otro lado chillan sin ningún pudor, cada uno se cree el K’ollana*.

Como cernícalos se alimentan mientras se ayudan, apenas se chocan se agarran a picotazos corruptos. Gracias a ellos, los niños y jóvenes pierden las esperanzas en nuestro bello país.

En este sistema –que no es nuestro- la moral jamás evolucionará con el rápido accionar de la ciencia y la técnica. Sin embargo, la moral evoluciona como pretexto para delinquir con la plata del ESTADO –NUESTRA PLATA- La moral cuesta lo que la economía cuesta. Sigue vigente lo dicho por Arguedas en Todas Las Sangres: “…casi todos son iguales. El más adulón, el más canalla, el más bruto… ¡Autoridad! O ¡Funcionario!” (Pág. 405).

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*K’ollana: el mejor, el excelso.


viernes, 14 de junio de 2013

♣ FINLANDIA, POR QUÉ ESTÁ EN PRIMER LUGAR EN EDUCACIÓN

Los niños finlandeses de hoy estarán el día de mañana entre los profesionales más preparados del mundo. No lo predice ninguna bola de cristal, lo auguran datos objetivos. Desde que la OCDE comenzara en el año 2000 a elaborar su informe PISA, Finlandia ha acaparado los primeros puestos del podio en Europa por su excelente nivel educativo.

Apenas un 8% de los alumnos finlandeses no terminan sus estudios obligatorios (en España uno de cada tres jóvenes dejan sus estudios antes de acabar la enseñanza secundaria). Dispuesto a dar con la clave del éxito finlandés, el psicólogo escolar y entonces director del colegio Claret de Barcelona, Javier Melgarejo, comenzó a estudiar su sistema educativo hace más de una década. Su primera sorpresa fue constatar que a los 4 y 5 años menos de la mitad de los niños finlandeses acuden a guarderías y no empiezan el colegio hasta los 7 años. Dos años después, sus puntuaciones son mejores que el resto de los países estudiados por la OCDE.

Durante los primeros seis años de la primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido. Es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad. Hasta 5º no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos ni las comparaciones.

La educación gratuita desde preescolar hasta la universidadincluye las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar aunque si alguien lo pierde está obligado a pagárselo. La jornada escolar suele comenzar sobre las 8,30-9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, con el paréntesis del almuerzo a las 12-12,30 horas. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España, con deberes en casa que no son excesivos. ¿Cómo consiguen mejores resultados en menos tiempo?

«El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales (bibliotecas, ludotecas, cines...)», explica Melgarejo. Los tres engranajes están ligados y funcionan de forma coordinada. «Los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela» y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio.

«En Finlandia el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana», añade el psicólogo escolar catalán, para quien este estímulo de la lectura en casa resulta fundamental. El sistema social finlandés contribuye con numerosas ayudas oficiales a las familias, que pueden conciliar su trabajo y la atención a sus hijos.

Existe una herencia cultural luterana basada en la responsabilidad que fomenta la disciplina y el esfuerzo, a la que también acompaña unaclimatología que empuja a encerrarse en casa, pero estos factores también están presentes en otros países vecinos, como Suecia o Dinamarca, que disfrutan de mayor nivel económico y sin embargo figuran varios puestos por debajo en PISA. «No son las variables socioeconómicas las determinantes», subraya Melgarejo.

De maestros, los mejores

La diferencia radica en la elevada calificación académica del profesorado en Finlandia, principalmente en educación primaria. «Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesionales del país», destaca el exdirector del colegio Claret de Barcelona.

Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza, donde se aprenden los fundamentos de todos los posteriores aprendizajes. Se considera que hacia los 7 años el alumno se encuentra en la fase más manejable y es cuando realiza algunas de las conexiones mentales fundamentales que le estructurarán toda la vida. Por eso, se considera esencial seleccionar a quien ayudará en este proceso.

Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida y se requiere además una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado...). Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas. «Son las pruebas más duras de todo el país», asegura Melgarejo. Al proceso de selección le sigue una exigente licenciatura y periodos de prácticas.

No es de extrañar que los profesores estén muy bien considerados socialmente en Finlandia. «Es un honor nacional ser maestro de Primaria», aseguró el pasado 25 de septiembre en Madrid Jari Lavonen, director del Departamento de Formación al Profesorado de la Universidad de Helsinki.

Harri Skog, secretario de Estado de Educación de Finlandia desde 2006, resumía en una frase la importancia de este proceso: «La educación es la llave para el desarrollo de un país». Por eso el país nórdico dedica del 11 al 12% de los presupuestos del estado y los ayuntamientos a financiar este modelo de educación. «Es una política inteligente que les está dando fruto», considera Melgarejo, sin las presiones de Corea o Japón, otros países destacados en PISA.