La
escuela tal como la conocemos hoy está en vías de desaparecer.
¿Dentro
de qué proyecto de país y de educación?
Estamos
de acuerdo que la educación reglamentada debe desaparecer. Estamos de acuerdo
que la educación enjaulda debe desaparecer. Estamos de acuerdo en que la
educacion individualista, competitiva y capitalista debe desaparecer.
¿Cómo
predecir los cambios? ¿Solo en el uso de las tecnologías? Los cambios se dan
haciéndose. Una persona integral que apfrende a frealuiLas ideas, las utopías
encarnándose en la realidad. Ya nos lo dijo Paulo Freire: hay que recrear en
libertad desde la base, desde los educadores creativos, y en pequeños grupos.
Hacia
adónde ir? ¿Qué valores activar?
josé.
Nuevos
desafíos, nuevas preguntas, nuevos proyectos y propuestas educativas: Nos
señala Gustavo Mangisch:
"lo
educativo es reemplazable por otro sistema de enseñanza y de aprendizaje, no es
necesaria la escuela como institución física, al menos, tal cual hoy la
conocemos".
"Queríamos
que el profesor fuera un animador del aprendizaje, entonces la idea no era que
hubiera un frente adonde mirar, sino que la distribución fuera circular. Pero
no se pudo lograr, porque en las aulas siempre se tendía a trabajar en clave de
clase magistral".
"lo
importante sería ahora no tanto que transmita contenidos, sino más bien que él
mismo se convierta en un investigador de sus propias prácticas
educativas".
"Son
los profesores los que tienen sus aulas exclusivas y los chicos los que
rotan".
"
las TIC sólo se utilizan marginalmente, en el mejor de los casos en no más de
un 10% .... (...)".
"Este
programa que ofrece a 100 dólares una laptop es algo accesible, nosotros
podemos invertir 100 millones de dólares del presupuesto educativo para comprar
computadoras para un millón de alumnos, de esta forma le podríamos dar
tecnología a una gran cantidad de chicos".
"no
entiendo una educación que no pase por un proceso con fuerte protagonismo de la
tecnología".
"el
36% de tiempo de clase utilizan TIC con sus alumnos. El dato cobra relevancia
ya que los mismos docentes estiman el uso del pizarrón en un 31% del tiempo de
clase, el libro o manuales en un 26% y otros recursos en un 7%. Es decir que
durante el tiempo de clase, el recurso más utilizado es el tecnológico"
Experiencias
muy valiosas, pero nos preguntamos: ¿puede haber una educación sin contenidos?,
¿la tecnología a beneficio de quiénes? y ¿para qué? ... ¿educación inclusiva?
¿se enfrentarán pasando el sombrero, recolectando limosnas -voluntarias, vía asistencialismo? ó, ¿cambio de
paradigmas, modelo de desarrollo, y decisiones políticas?
Muy
interesante entrevista a ser estudiada de acuerdo a nuestras realidades,
posibilidades y visiones de nuestros países. Leámosla completa.
Para
una educación liberadora con los más pobres.
José
Rouillon.
Foro
Freire.
La
escuela tal la conocemos hoy está en vías de desaparecer
Por
Verónica Castro
Fecha:
Febrero de 2006
Gustavo
Mangisch es el director del Grupo Educativo Marín, un conjunto de colegios que
tienen origen en un tradicional establecimiento educativo de San Isidro,
fundado en 1912 por el Dr. Plácido Marín y gestionado en aquel entonces por los
hermanos lasallanos.
Hoy
la base del proyecto institucional –aunque fiel a su mandato fundacional, de un
fuerte corte humanista y dependiente de la Iglesia – intenta generar un
equilibrio (que no suele ser sencillo) entre continuidad y renovación. “El lema
del colegio es ‘Una nueva educación para una nueva civilización’. Por eso ‘una
nueva educación, una educación multimedia digital’ ", dice su director y
primer laico a cargo del establecimiento.
El
colegio cuenta con aulas inteligentes, autopistas informáticas, bibliotecas
virtuales y digitales, salas de videoconferencia, posee conexión a internet
wi-fi, estudios de radio, televisión e islas de posproducción, lo que lo
convierte en una propuesta institucional de avanzada tecnológica en nuestro
país.
—Respecto
de la riqueza de medios tecnológicos y posibilidades que ofrece la escuela,
¿investigan en el ámbito escolar para conocer qué ventajas para los procesos de
enseñanza y de aprendizaje se derivan de esas posibilidades?
—Sí,
hay muchas líneas de investigación que estamos desarrollando internamente,
porque todo lo que estamos haciendo con las nuevas tecnologías aún no tiene
mucha referencialidad. Además, para nosotros cada docente es un investigador,
nuestra propuesta es que lleven a cabo un proceso de investigación- acción
sobre la propia práctica educativa, que nos permita avanzar sobre experiencias
exitosas concretas y no sólo sobre supuestos o prejuicios.
Nosotros,
los profesores y maestros, fuimos formados básicamente para la reproducción. Un
profesor de Geografía, por ejemplo, fue preparado para reproducir frente a sus
alumnos los contenidos de la Geografía que le enseñaron a él, pero lo
importante sería ahora no tanto que transmita contenidos, sino más bien que él
mismo se convierta en un investigador de sus propias prácticas educativas. A
partir de este nuevo camino que les propusimos a nuestros docentes, y como
producto de sus propias inquietudes, surgieron nuevos proyectos educativos para
implementar con los chicos en la escuela.
—¿Qué
líneas de investigación están siguiendo? ¿Planean –a partir de esas investigaciones–
el uso de la tecnología educativa?
—Varios
de estos proyectos pretenden aprender del resultado de la aplicación de las TIC
en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Por ejemplo, bajo el título de
“El lenguaje Logo y la inteligencia lógico-matemática” quisimos verificar si el
aprendizaje en un ambiente Logo mejora la capacidad de resolver situaciones
problemáticas que involucren la inteligencia lógico-matemática. Otro fue el de
“La computadora como herramienta pedagógica eficaz”, en el cual se habla de
informática educativa intentando demostrar que la utilización de esta
herramienta en ambientes educativos potencia no solamente los contenidos, sino
particularmente los aprendizajes.
También
se realizaron investigaciones sobre “El video como recurso didáctico en el
proceso de enseñanza/aprendizaje”, que logró corroborar empíricamente que el
uso del video en el aula favorece el aprendizaje, porque la memoria retiene por
más tiempo los conceptos adquiridos. Los resultados de este proyecto nos
incitaron a presentarlos en el Fórum Barcelona 2004.
Otros
proyectos de investigación fueron sobre “Alfabetización visual: Adiestramiento
en la lectura de imágenes”, “Las inteligencias múltiples en el aula”, “Las
tecnologías de la información y la comunicación como estrategias de enseñanza
en las salas de jardín de infantes”, o el de "Factibilidad de
implementación de plataformas bajo software libre en escuelas públicas de
enseñanza media y técnica en el partido de Tres de Febrero incluyendo la
capacitación docente ad-hoc".
La
lista sería muy larga, porque son más de cien investigaciones.
Por
eso a quien le interese profundizar el tema pude consultar nuestro sitio.
Ahora, estamos realizando una investigación sobre el “Impacto de las TIC en los
actores del diseño de los procesos educativos, en una de cuyas etapas tratamos
de relevar, a partir de la experiencia concreta de los docentes, qué es lo que
se supone que está implicado en una propuesta educativa multimedia digital.
Esto nos permite describir más claramente qué es lo que los docentes están
aplicando de las tecnologías a sus diseños pedagógicos. Muchos docentes están
tratando de verificar en qué medida se utiliza la tecnología en el aula. Esta información
es muy importante porque nos permitió confrontar con un estudio del Dr. Larry
Cuban realizado en una escuela en Silicon Valley, al norte de California, en la
cual se había realizado una importante inversión en tecnología; y él llega a la
conclusión de las TIC sólo se utilizan marginalmente, en el mejor de los casos
en no más de un 10%.
En
cambio, en la investigación que realizamos en nuestra institución el nivel de
uso de tecnología es mucho más alto. Y esto es muy importante porque a nosotros
nos interesa saber en qué medida la decisión institucional de implementar
tecnología está siendo realmente aprovechada por los docentes o si, como dice
Cuban, en el fondo no pasa nada distinto de lo que venía pasando sin las
tecnologías.
—Y
¿cómo fueron los resultados?
—Según
lo que declaran los docentes, el 36% de tiempo de clase utilizan TIC con sus
alumnos. El dato cobra relevancia ya que los mismos docentes estiman el uso del
pizarrón en un 31% del tiempo de clase, el libro o manuales en un 26% y otros
recursos en un 7%. Es decir que durante el tiempo de clase, el recurso más
utilizado es el tecnológico. Estos resultados nos ayudan a reconocer que, por
un lado, todavía es demasiado alto el tiempo que usan el pizarrón, pero en
comparación con otras investigaciones internacionales, el nivel de uso de la
tecnología en nuestra institución, felizmente, sería bastante alto.
También
hicimos unos estudios de verificación de algunas herramientas tecnológicas
puntuales, como el caso de las palms (computadoras de mano) para ver si es
realmente un buen recurso para utilizar pedagógicamente o no. Descubrimos una
serie de ventajas de estos pequeños equipos con respecto a otras herramientas,
por ejemplo la portabilidad (por su pequeño tamaño se la puede llevar a cualquier
lado sin dificultad), la prolongada autonomía de la batería (puede durar todo
el día), se pueden sacar fotos y cuentan con la posibilidad de comunicarse
entre ellas y a la vez con una computadora conectada a internet. La principal
desventaja que descubrimos es que es muy pequeño el visor y se pierden muchos
detalles, las fotos no se visualizan demasiado bien y los videos no se ven
adecuadamente. Nuestra preocupación es chequear si las cosas que hacemos sirven
para algo o no sirven para nada, y a partir de eso poder tomar decisiones sobre
qué camino seguir.
—¿Alguna
otra investigación?
—Podemos
mencionar el ejemplo de otra investigación que llevamos a cabo en uno de
nuestros colegios, llamado Cardenal Pironio, que está ubicado en Nordelta. Allí
hemos diseñado una propuesta pedagógica trilingüe: castellano, inglés y el
lenguaje tecnológico. Hicimos una interesante experiencia con computadoras
portables (notebooks). Adquirimos equipos suficientes para que un grupo de
alumnos de una división completa pudiera tener acceso a ellas y descubrimos
(entre otras cosas) que existía una verdadera dificultad con la autonomía de
las baterías de estas computadoras, ya que se consumían rápidamente. Entonces
este proyecto que había sido diseñado para que los chicos tuvieran clases fuera
del aula, a través de las conexiones inalámbricas que ofrece el wi-fi (en el
parque por ejemplo), tuvimos que modificarlo y ahora estamos viendo la
posibilidad de instalar tomas de corriente eléctrica en algunos lugares del
parque para que el proyecto pueda seguir adelante.
Otra
anécdota que ilustra el rápido avance de la tecnología y los problemas que hay
que tener en cuenta a la hora de pensar en la implementación tecnológica es el
plan arquitectónico de esta misma escuela.
Cuando
diseñamos sus aulas, después de muchas discusiones, tuvimos presente la
posibilidad de instalar escritorios perimetrales donde estaba prevista la
conexión por cable a la red para que cada alumno pudiera tener una computadora
con libre acceso a internet. Esto lo decidimos así porque en esa época (año
2000) todavía no estaban muy desarrolladas en la Argentina las conexiones
inalámbricas. La realidad fue que cuando inauguramos el edificio se anunció el
wi-fi, que rápidamente instalamos. Esto eliminó la necesidad de tener una
estructura fija de conectividad, por lo cual las aulas tal como fueron
construidas quedaron mucho más grandes de lo que hoy necesitamos.
Hemos
hecho algunas experiencias de capacitación a distancia para los docentes que
desean introducirse en la metodología de una investigación educativa, para que
ellos puedan avanzar en los proyectos de investigación que se llevan a cabo en
el Grupo Educativo.
—A
diferencia de la mayoría de los colegios de la Argentina, donde generalmente
hay un gabinete de Informática separado del aula, Uds. trabajan con
computadoras e internet dentro del aula, y todos los docentes tienen
posibilidades de usar estas herramientas directamente en sus clases. ¿Cómo es
la aplicación y la integración de las nuevas tecnologías en las distintas
disciplinas y qué estilos de enseñanza-aprendizaje privilegian? ¿Cuál es la
relación entre cantidad de máquinas y número de alumnos?
—Nosotros
tenemos una computadora conectada a internet, un televisor con acceso al
circuito cerrado o a cable, videocasetera y conexión de la computadora a la
televisión para exponer trabajos en la televisión en todas las aulas. En estas
aulas, en lugar de que la computadora sea para uso del alumno, es básicamente
del profesor. Son los profesores los que tienen sus aulas exclusivas y los
chicos los que rotan. Por otro lado están las aulas, como por ejemplo las de
ciencias naturales, que tienen además conexiones para el suministro de agua,
gas, electricidad y paneles de sensores para poder hacer distintos experimentos,
es decir todo lo que necesita para trabajar adecuadamente, y no se necesita
ningún recurso que no esté dentro del ámbito de la clase. Pero como hay
experiencias que requieren el uso de computadoras por los alumnos, existen
también 7 laboratorios con varias computadoras cada uno (en promedio, una
computadora cada dos chicos) conectadas a internet, que no están pensados para
que se dicten los cursos de Informática sino para que se vaya con el profesor
de cualquier disciplina y los estudiantes realicen las actividades que no se
pueden hacer en el aula del profesor con una sola computadora.
—Tampoco
es habitual en las escuelas argentinas que los chicos sean los que roten por
las distintas aulas, ¿cuáles son los beneficios que encuentran con esta
propuesta?
—Lo
que pasa es que nosotros cuando empezamos con este diseño de aulas inteligentes
tratamos además de romper con la estructura tradicional de que el profesor
enseña y los alumnos aprenden. Queríamos que el profesor fuera un animador del
aprendizaje, entonces la idea no era que hubiera un frente adonde mirar, sino
que la distribución fuera circular. Pero no se pudo lograr, porque en las aulas
siempre se tendía a trabajar en clave de clase magistral. Entonces intentamos
resolverlo con el ámbito de laboratorios, distintos del aula tradicional. Y ahí
ciertamente la clase se vuelve más distribuida, porque cada chico tiene la
computadora y no está mirando al profesor.
Lo
ideal para mí sería que cada chico tuviera una notebook con wi-fi y que el
salón de clase pudiera servir indistintamente para trabajar en forma individual
o en clases magistrales.
—Recientemente
se dio a conocer en nuestro país el programa de Nicholas Negroponte One Laptop
per Child –Una computadora por niño–, que ofrecería laptops bajo precio a las
escuelas. Es una posibilidad que ha sido estudiada por nuestros expertos para
ser implementada. Se trata de una computadora portátil que podrá ser utilizada
como una computadora convencional o un libro electrónico, o como una consola
para juegos e incluso como televisión... ¿Qué expectativas le genera este
programa y cuáles cree que son los desafíos que plantea para nuestros alumnos?
—Me
genera muchas expectativas, porque soy un fervoroso promotor de la tecnología
educativa. No veo cómo la Argentina puede tener futuro si no se trabaja en la
educación, y no entiendo una educación que no pase por un proceso con fuerte
protagonismo de la tecnología. La educación del futuro es educación
tecnológica; no me imagino que solamente con pizarrones nosotros podamos formar
alumnos suficientemente preparados para incorporarse en un proceso de
crecimiento a nivel mundial.
Y
creo que siempre cuando se habla de esto aparece una dificultad que tiene que
ver con el costo de la tecnología, y la propuesta de Negroponte lo que hace es
romper esta barrera que hasta ahora está planteada como insalvable en nuestro
país. La mayoría de las instituciones no pueden acceder a la tecnología. De
todas formas, quiero aclarar que aunque el tema de los costos de la tecnología
por el momento no se resuelva, las nuevas ideas que circulan acerca de la
educación tecnológica son buenas porque independientemente de que acá no se
pueda solventar por la mayoría, el impacto tecnológico en el mundo es tan
grande que hace reverberancia en todo el sistema.
Este
programa que ofrece a 100 dólares una laptop es algo accesible, nosotros
podemos invertir 100 millones de dólares del presupuesto educativo para comprar
computadoras para un millón de alumnos, de esta forma le podríamos dar
tecnología a una gran cantidad de chicos. Creo que esta propuesta resolvería
nuestro problema de costos. Pero habría que ver cómo y quiénes van a ser los
que gestionen esta nueva educación con tecnología: ¿serán los docentes con la
misma formación que tienen ahora? ¿Tendremos que pensar en otros perfiles de
docentes? Yo creo que hay que hacer algunas primeras experiencias y a partir de
allí ir definiendo estrategias.
—En
la era digital el espacio físico ya no es limitante de la comunicación ni de la
educación.
Muchas
universidades imparten carreras a distancia a través de redes digitales y
videoconferencias. En cambio, hay pocas experiencias de colegios secundarios a
distancia. Uds., en el Marín, han incorporado la tecnología wi-fi en la escuela
y es claro que en este contexto la escuela requiere de nuevas estructuras
espaciales. ¿Cómo manejan los espacios en la escuela?
—Si
bien no ofrecemos la modalidad completamente a distancia, hemos diseñado dos
materias del último año del secundario (en las áreas de Ciencias Naturales y
Contabilidad) que se cursan en forma semipresencial. Por problemas que impone
el sistema educativo formal no podemos hacerlo totalmente a distancia. La
evaluación de esta experiencia en términos educativos fue muy buena, pero la
velocidad de actualización de la tecnología, sobre todo en lo multimedial, hizo
que la plataforma que habíamos diseñado para ello hoy ya no nos sirva, un
riesgo que, como dije antes, siempre se corre cuando se usa la tecnología.
—¿Considera
que el aula secundaria como espacio físico cerrado está en vías de desaparecer?
—Sí,
yo creo que sí. Es más, creo que la escuela está en vías de desaparecer. La
escuela fue un invento del año 1100 aproximadamente, se pueden ver algunos
manuales de los jesuitas (del año 1599) que escribieron cómo se tenía que
educar, cómo debía ser un profesor de Física, etc., etc. Si Ud. los lee hoy se
da cuenta de que muchas escuelas siguen haciendo las mismas cosas que se decían
en aquella época.
La
realidad es que el mundo cambió mucho a partir de la tecnología y la
globalización, y es imposible volver atrás. Ya nos es imposible vivir sin
internet, y si la tecnología entra por completo en la educación, la escuela en
su sentido estrictamente educativo pierde su sentido. Lo que sucede es que hay
problemas que la escuela resuelve además del aprendizaje, por ejemplo qué hacer
con los chicos más chicos, dónde tenerlos. Pero lo educativo es reemplazable
por otro sistema de enseñanza y de aprendizaje, no es necesaria la escuela como
institución física, al menos, tal cual hoy la conocemos.
—Si
tuviera que imaginar (al estilo de lo que ha hecho recientemente la CIA en
clave de ciencia ficción, al escribir cartas imaginarias de distintos
personajes en el 2020 para retratar el futuro) un mail escrito por un alumno
argentino del 2020 a su hermano mayor que vive en el extranjero contándole lo
que hace en la escuela, ¿qué cree que le escribiría?
—En
principio creo que no le escribiría. Tendría sistemas de telepresencia donde
conversarían de una manera tridimensional; estarán presentes pero a la
distancia, virtualmente. En el colegio hicimos una investigación, hace ya más
de seis años, de lo que se llama “mundos virtuales”. Los mundos virtuales son
básicamente espacios de chat en internet, pero en lugar de que simplemente se
escriban los mensajes, se puede asumir una identidad virtual con un muñequito
llamado ábaco (hay varias opciones de personajes e incluso puede ser una
representación de uno mismo) y a través del mouse se avanzá por ese espacio
tridimensional donde hay escuelas, iglesias, discotecas, en las que se puede
entrar, y en el camino se van encontrando otros hombrecitos con los cuales se
puede entablar conversación. Lo que quiero decir con este ejemplo es que la
diferencia entre lo virtual y lo real en algunos años será casi imperceptible.
En
el 2020 el mundo educativo va a ser muy distinto de cómo lo consideramos ahora.
Hay
una serie de avances vinculados a las neurociencias relacionados con algo que
para nosotros los docentes siempre fue una caja negra: nunca nos preocupó qué
es lo que pasaba (fisiológicamente hablando) en el cerebro de nuestros alumnos.
Pensábamos que ser un buen o mal alumno sólo dependía del chico, y la realidad
es que así como en el aspecto externo son obvias las diferencias entre las
personas, en el cerebro también. Entonces probablemente ese chico del 2020 ni
tenga la necesidad de hablar porque podremos decodificar la orden, y un
elemento mecánico podrá repetir lo que él diga y no necesitará la boca ni la
garganta para comunicarse.
—Los
cyborgs...
—Claro.
Vamos a tener todos la posibilidad de leer lo que sucede en la cabeza de los
otros. Creo que lo más importante en este aspecto es que estamos avanzando
hacia una utilización positiva de lo educativo a partir de los nuevos
conocimientos de las neurociencias. En este momento estamos trabajando con el
desarrollo de un laboratorio de neurociencias educativas que intenta hacer
algunas experiencias en este ámbito tan determinante para lo educativo. Lo
novedoso es que, en lugar de estudiar el funcionamiento del cerebro desde las
patologías, lo abordamos desde la prevención y la normalidad. Por eso el
laboratorio no está en una clínica sino en un colegio.
—Volviendo
a hoy, ¿en qué proyectos innovadores de la escuela se interesan más los chicos?
—Cada
vez que hemos hecho propuestas utilizando tecnología, generalmente los chicos
las reciben muy bien. Por ejemplo, hay otro proyecto que ha tenido una
excelente respuesta de los estudiantes. Se llama De polo a polo. En él estamos
trabajando conjunta y virtualmente con la escuela de la Base Esperanza , una
escuela de Alaska, una escuela del Reino Unido y una de EE.UU. La propuesta
apunta a mostrarles a los chicos que el mundo no termina en la avenida General
Paz, sino que el mundo no tiene barreras, que las distancias no son un
obstáculo para el conocimiento y mucho menos para la integración humana.
También
les gusta mucho el taller de Robótica. Lo hacemos con chicos de distintas
edades, que construyen robots a partir de los módulos de Lego logo (un sistema
de ladrillos tipo mecano que permite armar autitos o distintos robots que
tienen un chip incorporado y que pueden ser comandados por un programa de
computación). Estos años han venido participando exitosamente con varios de
estos proyectos en las Olimpíadas Nacionales de Robótica, diseñando robots que
juegan al fútbol o participan de peleas electrónicas con otros robots.
Lo
que sucede es que, si bien hay un diseño curricular común a todo el sistema
educativo, nosotros elaboramos una propuesta optativa de talleres que hacen una
recorrida por distintos campos del conocimiento y que van desde la televisión
hasta el mundo de la Física.
Además,
en el nivel Polimodal existen cinco distintas modalidades por la que los
alumnos deben optar: Producción de Bienes y Servicios, Humanidades y Ciencias
Sociales, Economía y Gestión de las Organizaciones, Comunicación, Arte y
Diseño, Ciencias Naturales. En la matricula del año pasado, los chicos se
volcaron mayormente hacia Comunicación, Arte y Diseño y menos a Ciencias
Humanas y Sociales.
—Usted
hace hincapié en que uno de los aspectos centrales de cualquier transformación
educativa es capacitar a quienes son los encargados de gestionarla: los
directivos. ¿En qué aspectos habría que hacer foco en dicha capacitación?
—Yo
parto de la premisa de que la transformación es necesaria, y todos decimos que
si la educación no logra transformar a los docentes es imposible que llegue al
aula. Entonces, el gran desafío es cómo se gestiona ese cambio y ahí, al menos
en esta primera etapa, son más importantes los directivos que los docentes.
Creo que en la medida que haya directivos que estén convencidos de la necesidad
de transformación y tengan herramientas para gestionarla, mucho más eficiente
será la llegada al aula.
Hay
que capacitar a los directivos en herramientas de gestión y gerenciamiento de
la escuela porque nunca nadie los ha capacitado. Se los nombra por antigüedad o
porque fueron buenos docentes, pero eso no los capacita para la gestión. Por
eso nosotros, en una alianza estratégica con la Universidad Nacional de San
Martín, hemos creado la carrera Administración y Gestión de la Educación y
además ofrecemos una Maestría en gestión educativa para los directivos o
profesionales que deseen ocuparse de la gestión educativa.
La
gestión puede ser vista desde muchas perspectivas, y lo que a nosotros nos
interesa acentuar está vinculado a lo instrumental, al planeamiento
estratégico, a la legislación educativa, a sistemas comparados, a la ecología
de la gestión, a que la escuela se proponga objetivos y que esos objetivos
tengan indicadores que sean medibles y que se pueda terminar el año sabiendo si
les fue bien o les fue mal. Y, por otro lado, está vinculado a lo filosófico
porque creemos que hoy se ha producido una modificación sustancial en el
esquema tradicional, y la unidad de desempeño del docente es la escuela y no el
aula.
Fecha:
Febrero de 2006
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