martes, 27 de marzo de 2012

♣ DÍA MUNDIAL DEL TEATRO Y II TALLER DEL TEATRO DEL OPRIMIDO

EN EL DIA MUNDIAL DEL TEATRO. II TALLER DEL TEATRO DEL OPRIMIDO.
Martha Llanos Zuloaga
 
Hoy 27 de Marzo se celebran 50 anos del día mundial del teatro. Este arte que forma parte del grupo de las artes escénicas y cuyo desarrollo está vinculado con actores que representan una historia ante una audiencia. Es así que el arte del teatro combina diversos elementos, como la gestualidad, el discurso, la música, los sonidos y la escenografía. El término teatro procede del griego theatrón, que puede traducirse como el espacio o el sitio para la contemplación.

Es el arte del teatro el que hace  posible re humanizar a las personas, sensibilizarlas y provee las herramientas de expresión y de comunicación.  Es así que la renovación, innovación e imaginación junto con un desarrollo crítico permite enfocar el arte como una herramienta social y política.

Es relevante el ser conscientes del valor del uso del lenguaje teatral  en educación. Este arte es integrador de muchos lenguajes; el aprendizaje teatral se concentra en la integralidad de la persona, trabaja con su cuerpo, su mente, sus emociones; despierta los sentidos y afina la percepción; desarrolla la concentración y la percepción;  sensibiliza la escucha activa; compatibiliza la flexibilidad y el rigor; desarrolla el pensamiento critico; entrena para el control de las emociones; desarrolla el sentimiento de grupo y la interacción social;  recupera  la palabra, la cultura de la imagen. Sus contenidos giran sobre problemas, asuntos y temas relacionados con la comprensión de la conducta humana y de las relaciones interpersonales.

Es así que el Foro-Red Paulo Freire uniéndose a estas celebraciones realizo el II taller de Teatro del Oprimido creado por Augusto Boal y continuando la línea de Paulo Freire en la Casa del Maestro  el día 24 de febrero del presente año.

El taller estuvo conducido por Martha Llanos Zuloaga, Directora de Arte y Educación Popular del Foro-Red Paulo Freire  quien ha sido formada por los Boal(Augusto y Julian)junto con  Marie Claire Picher en el Centro Bertold Brecht en Nueva York , Marc Weinblett del Mandala en Port Townsend y Sanjoy Ganguli del Jana Sanskriti en la India.  


Los objetivos del Taller al cual asistieron 25 maestros y trabajadores sociales fueron:

·         Compartir la creación teatral como un espacio  de escucha activa y de diálogo.
·         Sensibilizar a los participantes acerca del teatro como un medio de transformación personal y social.
·         Fomentar el desarrollo de habilidades de comunicación y el desarrollo de la inteligencia emocional.
·         Propiciar el uso de Imágenes como un modo de expresión más allá de la palabra.

Se realizaron ejercicios y juegos  basados en las cinco categorías en que Boal divide su sistema:
     1- Sentir lo que se toca
     2 - Escuchar lo que se oye
     3 - Ver lo que se mira
     4 - Activar los sentidos
     5 - La memoria de los sentidos     

Se trabajó principalmente todo el proceso para llegar al Teatro de Imágenes.
Entre los testimonios evaluativos del Taller recogimos algunos comentarios  siguientes:

Fue un taller de “hermandad”, “fuertemente cooperativo”, fue “desestresante”, “edificante”, “vivencial”, motivador”, “Comprometedor”, “reflexivo”, “innovador”,” alegre y espectacular”,  “con mucha luz” y “totalmente ennoblecedor”
Según Augusto Boal nos indicaba que: “Una de las principales funciones de nuestro arte es hacer conscientes esos espectáculos de la vida diaria donde los actores son los propios espectadores y el escenario es la platea y la platea, escenario. Somos todos artistas: haciendo teatro, aprendemos a ver aquello que resalta a los ojos, pero que somos incapaces de ver al estar tan habituados a mirarlo. Lo que nos es familiar se convierte en invisible: hacer teatro, al contrario, ilumina el escenario de nuestra vida cotidiana

Viendo el mundo, además de las apariencias, vemos a opresores y a oprimidos en todas las sociedades, etnias, géneros, clases y castas, vemos el mundo injusto y cruel. Tenemos la obligación de inventar otro mundo porque sabemos que otro mundo es posible. Pero nos incumbe a nosotros el construirlo con nuestras manos entrando en escena, en el escenario de la vida”
El teatro debe traer felicidad, debe ayudarnos a conocer mejor nuestro tiempo y a nosotros mismos. Nuestro deseo es conocer mejor el mundo en el que vivimos para poder transformarlo de la mejor manera.
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Interesados en la formación de los jóvenes en el arte del teatro el mensaje nacional en el día del Teatro está a cargo de Alonso Alegría,  uno o de los más prestigiosos dramaturgos y directores de escena del Perú. Alonso es hijo del gran escritor Ciro Alegría y fue educado en el Colegio Markham, la UNI, el TUSM y la Universidad de Yale, en la cual obtuvo los grados de Bachiller en Arte (1964) y Magister en Dramaturgia y Literatura Dramática (1966) con estudios especiales de Dirección de Escena (1967). Ha sido fundador y Director/Productor del Teatro Nacional Popular (1971-78) y catedrático de teatro y literaturas dramáticas en tres universidades de los Estados Unidos (1979-87). Es Profesor Asociado de Dramaturgia en el programa de Artes Escénicas de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la Universidad Católica.

Sus obras se caracterizan por un estilo claro y sencillo, con personajes fuertes,  humor de fondo y cierto apego a las normas dramáticas tradicionales frente a la experimentación más abstracta, contando historias accesibles tanto al público general como al especializado y con frecuencia haciendo uso de una convención teatral abierta al público (particularmente en 'El terno blanco', 'Daniela Frank' y sobre todo 'Para morir bonito'). Su pieza más conocida es 'El cruce sobre el Niágara' con la que ganó el premio Casa de las Américas en 1969 y que ha sido montada en más de 50 países.

Su mensaje es así:
CARTA A UN TEATRERO JOVEN

Me dices que el teatro te gusta y que no puedes ni pensar en dedicarte a otra cosa. ‘Me di cuenta, por fin, de que podía ser feliz’ me confiesas, tratando de describir ese momento bendito en el que sentiste que tu vida finalmente tomaba un rumbo ilusionado. ‘Se te ha metido el bichito del Teatro’ te diríamos los que ya sabemos que, a partir de ahora, el Teatro habrá de ser el único arte y la única profesión con las que querrás alimentar tu alma y sostener tu cuerpo toda tu vida.

La decisión que estás tomando te da miedo. No eres el primero. Desde siempre, a todos los teatreros nos ha dado mucho miedo emprender este incierto camino.

‘Yo amo al Teatro’, me dices, ‘¿pero qué pasa si el Teatro acaba no amándome a mí? ¿Si sólo me escupe fracasos, si me tiende trampas, si me maltrata día tras día, si no me alimenta siquiera? ¿Sufriré si acaso lo abandono y luego lo extraño mucho pero ya no puedo dar marcha atrás?’ me preguntas.

Pues no tienes por qué sufrir de ausencia. Cualquier cosa que hagas puede ser parte del Teatro. El Teatro tiene que ver con todo.

Tu sueño es vivir tu vida sobre el escenario, o muy cerca de él. Es posible que lo logres, y quizás para siempre te ganes la vida, o parte de ella, como dramaturgo, actor, director, escenógrafo, iluminador, utilero, telonero, productor, o cualquier otro de los bellos oficios que reciben o escuchan en vivo el aplauso del público terminada la función. Si el Teatro te permite pagar las cuentas y escuchar aplausos, serás feliz por lo menos cinco noches por semana –y no mucha gente, te lo aseguro, tiene la felicidad garantizada cinco noches por semana. Pero si tú—

‘¿Y qué me pasa si el teatro me aloca pero no puedo estar ni cerca de un escenario’ –me interrumpes—‘porque tengo que ganarme la vida en otra cosa?’ Pues si llevas el bichito y eres un gran contador, podrás ser feliz contando el dinero de un teatro. Y si te vuelves el más famoso arquitecto, pues podrás ser feliz diseñando teatros. Y si terminas de cocinero estrella, serás feliz manejando las cafeterías de los teatros del Mundo. Si encuentras una mina de oro, crearás una compañía de teatro para que su director te adjudique, de cuando en cuando, un pequeño papel, porque sólo entonces ese bichito te dejará gozar tranquilo de tu nueva fortuna. Y si la Vida te propina el revolcón contrario y de pronto te encuentras de vendedor ambulante –esas cosas pasan, créeme— pues a la entrada de un teatro venderás los títeres que tú mismo fabriques. Escucharás, desde lejos, muchos aplausos ajenos, pero igual te harán feliz porque ¿sabes? esos aplausos serán también para ti, por ser un teatrero que vende títeres cerca de un escenario. Y tu suerte cambiará pronto. Ese bichito que llevamos dentro nos protege y alienta cuando le somos fieles.

Dedícate al Teatro, entonces. Sin miedo. Te gusta, y no tienes más remedio, porque el bichito te ha picado. Más te vale emprender tu carrera teatral. Acepta ese papel, matricúlate en ese taller, preséntate a ese examen, diles a tus padres y a tu novia que toda tu vida serás teatrero. Diles que sólo así serás feliz. Les estarás diciendo la verdad. Porque una persona con el bichito del Teatro dentro, no puede hacer nada más que Teatro para sentirse verdadera y totalmente feliz. Toda, todita su vida.


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