Enviado por Pepe Rouillon
Yo quisiera morir dejando un
mensaje de lucha
Entrevista a Paulo Freire, por
Rosa Maria Torres, Ecuador/ Argentina, Sao Paulo, 3 de septiembre de 1994
La entrevista que sigue tuvo lugar el 3 de septiembre de 1994. Se realizó en Sao Paulo, Brasil, en la casa de Paulo Freire, y en presencia de Nita, su mujer. Yo venía de asistir, en Brasilia, a la Conferencia Brasileña de Educación para Todos, en la que se lograron importantes acuerdos para el magisterio brasileño. Previamente había acordado con Paulo y con Nita pasar a visitarles en Sao Paulo, y él había aceptado mi propuesta de una entrevista centrada en el tema docente, un tema que le inquietó siempre y que fue abrazando con cada vez mayor convicción y firmeza en los últimos años. (3)
Lo que se dio, en los hechos, fue un diálogo vivo y rico en torno a los nuevos escenarios de la educación brasileña y latinoamericana, y, en ese marco, un compartir de nuestras respectivas visiones y propuestas. El texto que se incluye aquí registra únicamente la segunda parte de esta conversación, a la que dí el carácter de entrevista.
Mi idea era publicar el texto en "Education News", el boletín trimestral de UNICEF, del cual yo era entonces editora. No obstante, fundamentalmente por razones de espacio, siempre se fue quedando para el próximo número. La última vez que hablé con Paulo le recordé que tenía todavía aquella entrevista pendiente, me comprometí a traducirla (la entrevista fue realizada en portugués) y le aseguré que se publicaría en este año 1997.
Cumplo ahora con esos compromisos, aunque Paulo, maestro y amigo muy querido para mí, ya no está para verlo. Al publicar esta entrevista contribuyo además con su deseo, expresamente reiterado aquí y en esa oportunidad: "Yo quisiera morir dejando un mensaje de lucha"
ROSA MARIA TORRES: Paulo,
quisiera que habláramos hoy sobre los educadores, su situación, su formación,
sus perspectivas.
PAULO FREIRE: Voy a referirme
principalmente a los profesores brasileños (4). Pero mis consideraciones sobre
los profesores brasileños se aplican perfectamente a toda América Latina, en
mayor medida en un lado que en otro.
En primer lugar, hay que decir
que en la historia de la educación y la política brasileña hay un descuido
total de la educación, una falta de respeto que espanta, que duele. Al mismo
tiempo, en el discurso de los candidatos políticos - no importa si para
Presidente de la República , Gobernador de Estado, Prefecto, Concejal o
Diputado - hay siempre un lugar especial para la educación. Ellos siempre
aseguran que la educación y la salud, en su gobierno o en su análisis de la
problemática, constituyen una prioridad. Sucede, no obstante, que la práctica
posterior del elegido resulta absolutamente contraria al discurso, es la
negación de dicho discurso. Lo que observamos es que el profesorado, sobre todo
en tiempos recientes, comienza a querer tomar su carro en sus propias manos.
Siempre que protesta, que se reúne, moviliza, organiza y hace huelga, el poder
habla y dice: "En realidad, reconocemos que los profesores tienen
razón, que ganan muy poco. Pero no tenemos dinero".
En un libro que acabo de
publicar, titulado "Cartas a Cristina" (5), ataqué
duramente ese discurso oficial. Este texto fue aprovechado inclusive por una
organización de madres, padres y profesores que asumió con seriedad la lucha en
favor de los profesores del Estado. Antes incluso de que saliera el libro, el
abogado de ellos me pidió permiso para usar una página que contenía una crítica
a la administración de Sao Paulo, justamente una página en la que sugiero a
las familias que impulsen la bandera y las luchas del profesorado de enseñanza
primaria y secundaria. Sugiero que padres y madres también se organicen para
pelear contra el Estado. Y digo que el discurso de la imposibilidad es
mentiroso.
Yo estoy absolutamente convencido de que es preciso que un gobierno decida políticamente y pruebe que hay dinero para pagar mejor, menos indecentemente, a los profesores. Mira bien: ni siquiera estoy luchando por que se les pague decentemente; estoy todavía en la etapa de afirmar que es preciso pagarles menos inmoralmente.
No quiero decir que los ministros que afirman que no hay dinero para pagar sean realmente mentirosos. Pero los que no son mentirosos, están ideologizados. Es decir, tienen un velo en la cara y no pueden ver la realidad. Un aspecto que considero fundamental es el que tú mencionaste antes de iniciar esta entrevista: la necesidad de re-orientar la política de gasto público. Los Secretarios de Educación no son tanto mentirosos como ingenuos.
Hay tres o cuatro rubros en la
vida pública brasileña que, si se tomaran en serio, dejarían dinero de sobra
para pagar al profesorado. Sería necesario hacer a nivel de Estado, de
Municipio y de país un estudio de la administración pública, de los disparates
que se dan en torno a los salarios. Hace poco se intentó hacerlo pero no se
pudo por las presiones enormes que existen por parte de los grupos de presión
dentro de la estructura del Estado, que no quieren perder los privilegios. O
sea, es una lucha muy dura, pero es preciso darla.
RMT: ¿Qué implica esa lucha para
los distintos sectores involucrados?
PF: Yo pienso que el Congreso debe entrar en esto también. No es posible que los diputados se reúnan y aumenten sus salarios en porcentajes fantásticos, y no los de los demás, los de los profesores. Es toda la maquinaria del gobierno la que tiene que entrar en esto. Primero, es preciso que haya decisión política. Sin decisión política no puede hacerse, pues esta lucha en el fondo es política e ideológica, no administrativa.
La decisión de ser decente es,
substantivamente, una lucha política.
Ahora, yo no estoy en capacidad
de decir qué es lo que hay que hacer.
Hay gente que me dice: "Realmente Paulo, el Estado no tiene dinero. Si se tratara de aumentar a los Procuradores del Estado, los abogados de los diferentes sectores del Estado, entonces sí se puede dar un buen aumento, pues estamos hablando de 150, 300 personas. ¡Pero los profesores son 300.000!". Este es un argumento falso. Porque lo que requerimos saber es si la educación es o no es una prioridad. Si es una prioridad, la prioridad se manifiesta con presupuesto, con dinero. Hablar del discurso de la prioridad sin tener en cuenta cómo se constituye la prioridad, es una mentira, es traición al concepto mismo de prioridad.
RMT: Un argumento corriente hoy en día para no aumentar los salarios docentes es que los salarios, por sí solos, no mejoran la enseñanza, es decir, el desempeño del profesor en el aula de clase.
Hay gente que me dice: "Realmente Paulo, el Estado no tiene dinero. Si se tratara de aumentar a los Procuradores del Estado, los abogados de los diferentes sectores del Estado, entonces sí se puede dar un buen aumento, pues estamos hablando de 150, 300 personas. ¡Pero los profesores son 300.000!". Este es un argumento falso. Porque lo que requerimos saber es si la educación es o no es una prioridad. Si es una prioridad, la prioridad se manifiesta con presupuesto, con dinero. Hablar del discurso de la prioridad sin tener en cuenta cómo se constituye la prioridad, es una mentira, es traición al concepto mismo de prioridad.
RMT: Un argumento corriente hoy en día para no aumentar los salarios docentes es que los salarios, por sí solos, no mejoran la enseñanza, es decir, el desempeño del profesor en el aula de clase.
PF: Yo tengo una respuesta muy
fácil para eso. El salario solo no hace milagros. Pero sin un salario
decente no es posible comenzar nada. Hay un cierto punto a partir del cual
el argumento del salario por sí solo se torna válido. Pero no es posible
usar ese argumento en un municipio como Maceió, donde las profesoras ganan 10
reales por mes (6). En Sao Paulo se está pagando entre 130 y 187 reales. ¡Es un
absurdo!
Evidentemente, el salario
sólo no es señal de competencia pedagógica y política del magisterio. Pero
un buen Secretario de Educación no puede impulsar la formación permanente
del magisterio si los profesores no tienen dinero ni siquiera para comprar el
periódico, mucho menos un libro. Una mujer que sale de su casa afligida con
su problemática familiar, consciente de que los salarios de ella y de su marido
no alcanzan para hacer frente razonablemente a las dificultades, esa mujer, por
maravillosa que sea, no puede ser una buena educadora.
RMT: ¿Cuál es el complemento de
un buen salario? ¿Qué más se requiere para ser un buen educador o una buena
educadora?
PF: Primero, se requiere un
salario mínimamente decente. Segundo, un respeto real a la tarea del
magisterio. La educación y los educadores tienen que ser respetados: respeto
personal, trato cortés, decente, serio. En tercer lugar, la organización
política del magisterio debe tener como una de sus tareas la formación
permanente de los profesores. El poder público debe por un lado estimular y por
otro ayudar a las organizaciones del profesorado para que cumplan el deber de
la formación permanente. Y, allí donde no puedan hacerlo los propios organismos
sindicales, que lo haga el Estado.
El Estado puede ayudar, como lo
intentamos en la Prefectura de São Paulo, pagando horas para que los profesores
estudien. Si la educación es realmente una prioridad, entonces hay que
conseguir el dinero para que los profesores, en su casa o en la escuela, tengan
horas para estudiar dentro de la jornada de trabajo. Los cursos de
formación permanente deben ser pagados. El magisterio tiene que recibir su
salario sin descuentos. La comprensión que el poder público tiene del trabajo
del magisterio debe incluir las horas en que el profesorado está preparándose
para ser mejor profesor.
RMT: Es generalizada hoy la
crítica a las organizaciones docentes en el sentido de que están centradas en
el reclamo por los salarios, descuidando otros aspectos de la valorización y la
profesionalización de los educadores.
PF: Bien, yo también haría esa
crítica. Pero la haría sólo después de que el magisterio tuviese
asegurados todos esos derechos y continuase no queriendo luchar por mejores
condiciones de trabajo. Cuando el gobierno dice: "Es claro que el
profesor tiene derecho de ganar más, pero no tenemos dinero", eso es
hipocresía, eso es mentira. Si se da la situación de que, teniendo tiempo
remunerado para estudiar y contando con una formación permanente pagada por el
Estado o por el Municipio, los profesores se niegan a dar clases, esto debe ser
sancionado. Pero yo no puedo generalizar esa crítica antes de que los
derechos mínimos del magisterio estén asegurados. Creo que un gobierno serio,
que dedique sus cuatro años de administración a hacer esto, tiene derecho a
exigir del profesorado una productividad mucho mayor que la actual.
RMT: ¿Cómo empezar a resolver el
conflicto entre padres de familia y profesores, que tienden a percibirse unos a
otros como bandos opuestos antes que como aliados en el campo educativo?
PF: También ésta es una
cuestión ideológica. Yo encuentro que el enfrentamiento entre familias y
profesores existe sobre todo en las áreas proletarias, en las áreas pobres de
las ciudades, donde la clientela escolar es la clase trabajadora o la clase
media baja. He participado en reuniones de padres de familia y profesores
en algunas escuelas particulares ubicadas en zonas ricas y no encontré nada de
esto. La certeza que tengo es que hay un trasfondo ideológico elitista que
funciona en la cabeza, o en el cuerpo, del profesor. En los cursos de
formación del magisterio no se discute la cuestión de la ideología, la relación
entre ideología y educación, el tema de cómo la ideología nos ciega, nos vuelve
miopes y vuelve opaca la realidad. Entonces, se ha metido en la cabeza de los
profesores, incluso de aquellos que comparten la misma condición de clase, que
las familias llamadas pobres son incompetentes.
RMT: No obstante, hay problemas y
contradicciones reales que cruzan a todos los sectores sociales. Por ejemplo, el
tema de la presencia o la ausencia de los profesores. Los padres de familia
exigen que los profesores estén presentes, que den clases. Los profesores, por
su lado, y sobre todo dadas las condiciones actuales, faltan, se ausentan,
hacen huelga.
PF: Exacto. Ahí tienes un
problema que afecta a las familias independientemente del corte de clase.Las
huelgas, por ejemplo, de las que se valen los profesores para defender su
situación, afectan tanto a las familias de buen nivel de vida como a la familia
proletaria.
Algunos años atrás, 3 o 6 años
atrás, el Presidente de la APOS (Asociación de Profesores del Estado de Sao
Paulo), durante una huelga general del profesorado del Estado, en un debate
televisivo, fue acusado de que los profesores y profesoras del Estado no
estaban cumpliendo con su tarea fundamental que era enseñar, dar clases. El
dio entonces una respuesta fantástica: "No, eso no es cierto. Nosotros no
dejamos de enseñar en ningún momento. Nosotros estamos enseñando lo que
significa la lucha democrática". Los padres de familia no entendieron aún
esa lucha y es por eso que, en el libro que ya mencioné antes, digo que, en
lugar de ponerse en contra de los profesores, los padres de familia deben
reaccionar contra el Estado y luchar en favor de los profesores, hermanarse con
ellos.
RMT: Por un lado, hay que
trabajar en esto con los profesores. ¿Qué hacer, cómo trabajar con los padres
de familia?
PF: Los organismos del
magisterio deberían asumir, como tarea política, no únicamente luchar contra el
Estado, sino luchar política y pedagógicamente durante todo el año para lograr
la alianza con las familias. Esta debería ser tarea de la propia escuela y
de los partidos progresistas. Estos no deberían hablar de educación
únicamente en período de elecciones; deberían tener departamentos vivos todo el
tiempo, manifestándose a través de la prensa, por ejemplo. ¿Cómo meter el tema
en los llamados "medios de comunicación”? Unos medios de comunicación que
están siendo cada vez más "medios de hacer comunicados", de ideologizar
contra los intereses populares. ¿Cómo interferir en los programas de televisión
para clarificar ideológicamente nuestra propia lucha?
RMT: Las huelgas y paros docentes
se han multiplicado en los últimos años en todo el mundo, y sobre todo en
América Latina, pero ya no resuelven los problemas de los educadores. ¿Qué
conclusión sacas al respecto?
PF: Esa es una pregunta fundamental que deberíamos hacernos todos desde una perspectiva progresista. En el mundo actual, donde la globalización de la economía es uno de los momentos fundamentales de la llamada post-modernidad, las multinacionales pueden hoy, por ejemplo, con enorme facilidad, desplazar el centro de producción de un determinado producto de América del Sur hacia el Asia, en cuestión de 15 días. Y pueden, de ese modo, vaciar la lucha, vaciar la huelga de obreros involucrados en la producción de ese producto. Las multinacionales se llevan la producción al Asia, acaban con el empleo aquí, y no se perjudican porque inclusive consiguen mano de obra más barata.
Sólo doy un ejemplo para mostrar
que la clase trabajadora tiene que ponerse a la altura de los tiempos, a la
altura de su tiempo. No es posible resolver hoy con una huelga problemas que
fueron resueltos con la huelga veinte años atrás. Es cuestión de eficiencia. La
huelga hoy en día ya no es eficiente como vía de lucha, y necesitamos buscar un
substituto.
Una de mis discrepancias
vehementes con los analistas llamados post-modernos, sean filósofos o
sociólogos, es que ellos, haciendo un análisis muy correcto de la situación
concreta, concluyen en la imposibilidad de cambiar. Yo hago el mismo
análisis...! y concluyo en la necesidad de continuar luchando!. Es
decir, la diferencia entre ellos y yo es que yo no acepto de ninguna
manera renunciar a la lucha. Y, por eso, no caigo en el fatalismo que carga el
neoliberalismo en su discurso. Yo no creo que la lucha sea inviable. Lo que
constato es que la lucha a la antigua no va más.
Cuando se plantea la cuestión de
la huelga en relación al profesorado, en primer lugar hay que tener en cuenta
que los huelguistas educadores ya parten de una dificultad política y es el propio
hecho de que su huelga no altera la producción. En otras palabras, como
educadores que son, no trabajan en el proceso productivo sino en el plano
cultural. Esto disminuye considerablemente su poder. De aquí a poco la huelga
ya no será eficaz, como ya no lo está siendo. Hubo varias luchas en las que el
magisterio terminó cansado, exhausto, y sin conquistar casi nada. Y entonces
regresa decepcionado a las escuelas.
Si yo pudiese influenciar más a
través de mis libros, a través de mi postura y de mi posición, convidaría al
magisterio y a sus dirigentes a re-examinar las tácticas de lucha. No para
abandonarla. Yo sería la última voz en decir "No luchen" a los
profesores. Yo quisiera morir dejando un mensaje de lucha. Ahora, si tú me
preguntas: "Paulo, ¿tienes alguna sugerencia concreta?". Yo te digo:
"No, no la tengo". Lo que tengo es la certeza de que no es
posible el fatalismo. Puedo concluir que la huelga ya no tiene el sentido que
solía tener, y por eso quiero saber cuál es su substituto. Lo que no podemos
hacer es cruzarnos de brazos.
RMT: Vamos al tema de la formación docente. Hoy en día, para muchos la eficacia de la formación y la capacitación docente está en duda. No se ven resultados claros ni a nivel de la enseñanza ni a nivel del aprendizaje, ni entre los profesores ni a nivel de sus alumnos. ¿Cómo ves tú esta cuestión? ¿Dónde radican los problemas?
PF: Yo no tengo duda de que una
formación bien hecha continúa siendo no sólo eficaz sino indispensable.
RMT: Pero, ¿qué quiere decir bien
hecha? ¿Cómo se hace?
PF: Voy a intentar explicar lo
que significa para mí "bien hecha". Para mí, la formación permanente
sólo tiene sentido, sólo es inteligible, cuando involucra una relación
dialéctica, contradictoria, entre práctica y teoría. Al examinar la experiencia
formadora o capacitadora, lo que interesa ver es exactamente cómo se dan en esa
experiencia las relaciones entre práctica y teoría. Porque la formación está
ahí; la formación se da en la relación entre teoría y práctica, no sólo en la
teoría ni solamente en la práctica. Y entonces ahí tenemos diferentes
caminos, diferentes métodos, para concretar esta relación.
Cuando fui Secretario de
Educación en la Secretaría de Educación de Sao Paulo nos propusimos y vivimos
un proceso de formación permanente con 35.000 profesores.
RMT: Cuéntanos cómo fue ese proceso.
RMT: Cuéntanos cómo fue ese proceso.
PF: Se hizo a través de grupos
de formación. ¿Qué hacía cada grupo? Precisamente, discutía su práctica.
En una sala se reúnen 25 o 30 profesores que trabajan en alfabetización
infantil y se cuenta con un equipo de dos o tres personas que coordinan el
encuentro. Las personas que coordinan deben tener, obviamente, un nivel mayor
de conocimientos teóricos y científicos que el que tiene el grupo con el que
trabajan. En determinado momento de la reunión, una profesora habla y dice:
"Yo quisiera exponer al grupo mi práctica y algunos obstáculos que vengo
encontrando y que no he logrado resolver". Y lo hace. En ese momento, ella
concretiza el obstáculo con el cual se ha enfrentado. Y entonces sí vienen
Vigotski, Emilia Ferreiro, los estudiosos que han estudiado y continúan
estudiando ese problema y que han planteado explicaciones teóricas para
entenderlo y encararlo. Es así que se enseña a Vigotski, y no a través de
conferencias sobre Vigotski. Es esto lo que debe hacerse en todos los
niveles de la práctica docente, con el profesor de lengua, de historia, de
geografía, de matemática.
Nosotros hicimos esto aquí con
ayuda de tres universidades de Sao Paulo. Teníamos un equipo muy bueno de
UNICAMP (Universidad de Campinas), la USP (Universidad de Sao Paulo) y la PUC
(Pontificia Universidad Católica), formado por filósofos, lingüistas,
cientistas políticos, profesores de lengua, de portugués, de sintaxis. Ellos
trabajaban con los técnicos, con los educadores y educadoras que actuaban en
las bases de la Secretaría de Educación.
Ahora, evidentemente, en este
intento por discutir práctica y teoría, puede llamarse también a una persona
externa para que venga a hablar específicamente, por ejemplo, con los
profesores de lengua. No obstante, esa exposición puede caer entre gente que
está acostumbrada a hacer reflexión teórica únicamente en función de su
práctica. Por eso, hacer formación solamente a partir de conferencias, en
un determinado mes del año, eso, para mí, no es formación permanente.
RMT: ¿Cuál fue la respuesta de
los profesores al plan de formación propuesto por la Secretaría ?
PF: Yo asistí a algunos de los
seminarios de evaluación que se realizaron en las subregiones en que dividíamos
el Estado de Sao Paulo desde el punto de vista administrativo-pedagógico. ¡Fue
fantástico!. Los dos seminarios municipales de educación que se realizaron en
nuestra administración llegaron a toda la red. Se presentaron más de 375 tesis,
lo que no es poca cosa. Tenemos pues evidencia de que el magisterio, cuando se
lo trata decentemente, responde.
RMT: La formación de los
profesores, ¿tuvo repercusión en sus modos de relacionarse con los alumnos y de
enseñar en las aulas de clase?
PF: La enseñanza mejoró
enormemente. Superamos en Sao Paulo 10 años de experiencia pedagógica. A lo
largo de los cuatro años de administración, cada año superaba al anterior desde
el punto de vista de la promoción de los alumnos dentro de la red escolar.
En Brasil, el número de niños que
queda al margen de la escuela es un escándalo. El número de los que consiguen
entrar es mucho menor que el de los que no lo consiguen, y más de la mitad de
los que entran son expulsados de la escuela, es decir, la mal llamada
"evasión". Nosotros logramos disminuir drásticamente esta última. Y
lo comprobamos estadísticamente.
RMT: Te has referido
fundamentalmente a la capacitación de profesores en servicio, y esto es lo que
se hizo en Sao Paulo. Pero, ¿qué pasa con la formación inicial de los
profesores? ¿Qué cambios hay que introducir aquí para que sea eficaz?
PF: Creo que aquí también habría
que hacer un trabajo parecido. He dado inclusive sugerencias a personas
vinculadas directamente a los cursos de formación.
A menudo en los cursos de
formación para el magisterio se formula la pregunta: ¿cómo sacar a los
profesores de las escuelas y llevarlos a observar aulas de clase? Hoy, con
ayuda de la tecnología moderna, no es necesario hacer esto. Se necesita un
equipo que haga buen video y un equipo que sepa discutir video, que tome el
video como un objeto cognoscible y no como un video, sino como un elemento que
inmediatiza la práctica gnoseológica del profesor dentro de su campo.
Tomemos, por ejemplo, una escuela
de la periferia, de la favela. Vamos allí y nos presentamos como representantes
de una institución de formación de profesores que queremos hacer unos videos
para mostrar a los estudiantes el contexto de la escuela y algunas actividades
pedagógicas que tienen lugar allí. Hablamos con la directora primero, y después
con el cuerpo docente. No debe ser la directora quien seleccione a la profesora
cuya clase vamos a filmar. Después de esos arreglos preliminares, se
filman las actividades de uno o más profesores con sus alumnos. Luego se
prepara el video desde el punto de vista técnico. Antes de terminarlo, un
equipo de profesores estudia el video. El video así producido lleva la favela
al aula de clase, muestra cómo juegan y cómo viven los niños, cómo enseña el
profesor, qué problemas enfrenta, etc.
El video se pasa a los
estudiantes de magisterio, en su programa de formación, sin decir absolutamente
nada. Después se les pide que lo analicen. Y se ve con qué están de acuerdo y
con qué no. Al hacerlo, los estudiantes van a discutir el comportamiento
pedagógico y político de la profesora con los alumnos. A mí, como profesor, me
toca discutir la teoría de los errores y la teoría de los aciertos de la
profesora cuyo video fue presentado en el aula. Este es apenas un ejemplo de
cómo podemos dinamizar de un modo fantástico la formación docente.
Un día fui a dar una charla en un colegio de formación de profesores, invitado por las alumnas del último año. Al terminar, las alumnas se aproximaron y me dijeron: "Profesor Paulo, estamos asustadas. Nos formamos como profesoras y ahora estamos con miedo de que alguien nos llame a darnos empleo". Yo les dije: "Explíquenme mejor la cuestión del miedo. ¿Están arrepentidas de su opción por la escuela?". Respondieron: "No, queremos enseñar, pero nunca oímos siquiera hablar de la periferia. y estamos con miedo de que nos llamen a trabajar allí. Tenemos miedo de los niños de la periferia".
Un día fui a dar una charla en un colegio de formación de profesores, invitado por las alumnas del último año. Al terminar, las alumnas se aproximaron y me dijeron: "Profesor Paulo, estamos asustadas. Nos formamos como profesoras y ahora estamos con miedo de que alguien nos llame a darnos empleo". Yo les dije: "Explíquenme mejor la cuestión del miedo. ¿Están arrepentidas de su opción por la escuela?". Respondieron: "No, queremos enseñar, pero nunca oímos siquiera hablar de la periferia. y estamos con miedo de que nos llamen a trabajar allí. Tenemos miedo de los niños de la periferia".
Pues bien, en un curso de formación
de profesores, y hasta donde sea posible, es preciso mostrar el país a esos
jóvenes. Y, con la tecnología disponible hoy, ¡pucha! El video fue algo
imposible algunos años atrás. Ya no. Sólo no lo usa el que no quiere hacerlo.
RMT: Un último punto, Paulo.
Acaba de realizarse la Conferencia Nacional de Educación para Todos, en
Brasilia. El acuerdo que se firmó con los profesores reconoce un piso salarial
de 300 reales y la importancia de la formación permanente del profesorado. ¿Son
éstas buenas señales?
PF: Mi primera reacción a
cualquier noticia en torno de la formación permanente como preocupación central
de un encuentro, es elogiarlo sin saber nada más. Después, yo quiero saber de
qué se trata exactamente. Es decir, mi primera respuesta es positiva. Como
educador, yo sé lo que significa la formación. Es por eso que peleo tanto con
los americanos, pues me resisto a aceptar que "training"
equivale a "formación". "Formación" es mucho más que
"training". Entonces, la formación de los educadores, y los análisis
en torno a ésta, tienen gran importancia.
RMT: ¿Qué opinas del piso
salarial?
PF: Encuentro que todavía es
poco. Tal vez haya gente que diga que no es posible más, que más que eso
ultrapasaría todas las posibilidades. La cuestión es que, en el momento que uno
comienza con un piso como ese, uno no puede dejar de estar preocupado por saber
si en verdad la educación es una prioridad.
La educación es prioritaria
porque en el análisis general que hago de la vida y de la existencia humana, el
fenómeno educativo es absolutamente fundamental, La educación no es la llave de
todo, pero sin ella nada se hace. Entonces, si eso es verdad, yo tengo que
preocuparme diariamente con ese piso, con ese mínimo, debajo del cual los
profesores no pueden vivir ni trabajar decentemente.
RMT: Todos hablan hoy de la
"valorización del profesor". ¿Qué entiendes tú por "valorización
del profesor"?
PF: Cuando tú viniste aquí esta
tarde a hablar sobre esto, tú ya estabas valorizando al profesor. Cuando me propusiste
este tema, es porque tú ya apostabas a que yo también valorizo al profesor. Tú
viniste aquí hoy no sólo como una profesional, una buena profesional de América
Latina, sino encarnando una tarea política, indiscutiblemente, en defensa de la
valorización.
¿Qué es valorización? Es el
respeto a la dignidad del profesor, de una persona sin la cual la educación no
es prioridad. Valorizo algo o alguien en la medida que lo considero fundamental
en relación con mis objetivos y sueños. Y mis sueños, aquellos por los cuales
he luchado, no pueden estar disociados de la práctica educativa. Entonces, valorizar
al profesor no es sólo una obligación ética sino una obligación política que se
fundamenta en la ética. Si no valorizamos a los educadores tenemos pocas
posibilidades de hacer de éste un país mejor. Ahora, la valorización no se
detiene en el verbo, no sólo se trata del discurso sobre la valorización sino
de la práctica del discurso.
Me asiste la alegría de decir que
fui Secretario de Educación del Municipio de Sao Paulo junto con Luiza
Erundina
(7). El mérito es mucho más de
Erundina que mío, pero el hecho es que fueron dos años y medio sin ninguna
huelga del magisterio. Esto se dio porque valorizamos al profesor.
^^^^^^^^^^^^^^
(1) Publicado en Novedades Educativas, N° 79. Buenos Aires, 1997. Incluido también, en portugués, en: Nita Freire (org.), "A Pedagogia dos Sonhos Possíveis", Editora UNESP; Sao Paulo, 2002.
(1) Publicado en Novedades Educativas, N° 79. Buenos Aires, 1997. Incluido también, en portugués, en: Nita Freire (org.), "A Pedagogia dos Sonhos Possíveis", Editora UNESP; Sao Paulo, 2002.
(2) Rosa María Torres (Ecuador).
Fue Presidenta del Consejo Asesor Internacional del Instituto Paulo Freire (Sao
Paulo). Ha producido varios trabajos sobre Freire, entre ellos "Educación
popular: Un encuentro con Paulo Freire", publicado en Ecuador
(CECCA-CEDECO), Brasil (Loyola), Perú (TAREA) y Argentina (Centro Editor de
América Latina). Prologó, a pedido de Freire, uno de sus últimos libros,"Profesora
sí, tía no. Cartas a quien pretende enseñar", Siglo XXI Editores, México.
(3) Su último libro, "Pedagogía da Autonomia (Saberes necessários a prática educativa)", prologado por Paulo Freire en Septiembre de 1996 y publicado por Paz e Terra en 1997 en Sao Paulo, está dedicado específicamente al tema de la formación docente. Empieza el libro diciendo: "La cuestión de la formación docente junto a la reflexión sobre la práctica educativa progresista en favor de la autonomía de ser de los educandos, es la temática central en torno a la cual gira este texto". Freire lo pensó como un texto a ser comprado y leído masivamente por educadores. El libro, de formato pequeño y con un tiraje de 30.000 ejemplares, se vendió a 3 Reales (el equivalente a 3 US dólares) y la edición se agotó en efecto en poco tiempo.
(3) Su último libro, "Pedagogía da Autonomia (Saberes necessários a prática educativa)", prologado por Paulo Freire en Septiembre de 1996 y publicado por Paz e Terra en 1997 en Sao Paulo, está dedicado específicamente al tema de la formación docente. Empieza el libro diciendo: "La cuestión de la formación docente junto a la reflexión sobre la práctica educativa progresista en favor de la autonomía de ser de los educandos, es la temática central en torno a la cual gira este texto". Freire lo pensó como un texto a ser comprado y leído masivamente por educadores. El libro, de formato pequeño y con un tiraje de 30.000 ejemplares, se vendió a 3 Reales (el equivalente a 3 US dólares) y la edición se agotó en efecto en poco tiempo.
(4) Freire usa el término
"profesores", de uso corriente en Brasil. Preferimos respetar aquí el
término, tal y como Freire lo usa, es decir, para referirse a los educadores en
general. Por otra parte, a lo largo de la entrevista original (en portugués),
Freire usó predominantemente el término profesoras, teniendo como referencia el
Brasil y asumiendo una identidad total entre el ser profesor y el ser mujer. En
la traducción de la entrevista al español, he optado por el término abarcativo
de profesores.
(5) Cartas a Cristina, Paz e
Terra, Sao Paulo, 1994.
(6) Un Real en ese momento
equivalía aproximadamente a un dólar estadounidense.
(7) Freire ocupó ese cargo entre 1989 y 1992.
(7) Freire ocupó ese cargo entre 1989 y 1992.
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