sábado, 21 de enero de 2012

♣ CORRIENTE POLÍTICA SOCIALISTA HACE FALTA EN EL PERÚ ¿Dejar el término izquierda por insuficiente y ambigua?

 PARA EL DEBATE

Es necesario renovar cuadros de izquierda 

Analista Carlos Reyna afirma que un nuevo partido debe llevar un programa claro para superar las experiencias frustrantes de los últimos años. "

–Sinesio López acaba de anunciar la posibilidad de un nuevo reagrupamiento de izquierdas. ¿Qué le parece esta posibilidad?

–Me parece que, por una serie de razones, en el Perú hace falta una corriente política socialista. Me parece que el término izquierda es insuficiente a estas alturas del partido, creo que se necesitan mayores definiciones. A veces el adjetivo izquierda alberga demasiadas identidades que, muchas veces, resultan contradictorias entre sí; y que, cuando tienen que enfrentar situaciones particularmente difíciles, surgen dentro de esta etiqueta posturas totalmente contrapuestas y entonces el famoso proyecto de izquierda termina dividido. Eso acaba de pasar.

–Él está planteando tener como base el proyecto de la “gran transformación”. ¿Usted cree que eso es suficiente?

–En este momento ya se reveló que no es suficiente para un proyecto político claro y de largo alcance. Lo que acaba de ocurrir es la prueba más sólida de lo que estoy afirmando. Esa propuesta fue suscrita por el presidente Humala, por varios de los ministros, por varios de los que ya no son ministros y por varios de los que hasta ahora fueron asesores del gobierno, y no pudo impedir la división. Entonces, a mí me parece que un proyecto político necesita de definiciones mucho más profundas, más claras, y creo que la propuesta de la gran transformación, que pudo ser válida en su momento para un programa de gobierno, es insuficiente para un proyecto político nuevo.

–¿Cuál debería ser, según su punto de vista, la propuesta básica de este nuevo frente de izquierda que se está proponiendo? 

–A mí me parece que necesita, en primer lugar, un programa que sea verdaderamente alternativo al orden económico imperante. En estos momentos tenemos a un capitalismo sesgado a la explotación de recursos naturales, de minería e Hidrocarburos, se trata de un capitalismo fuertemente extractivo, porque allí es donde se producen las mayores ganancias. Y esto tiene un conjunto de consecuencias políticas. Este tipo de capitalismo tiene un régimen político bastante cerrado, bastante autoritario y centralista. Otro aspecto que hay que cambiar es el de la democratización profunda del régimen político en el país. 

–¿Se debe desconcentrar el poder del gobierno central?

–Claro. Eso tiene que ver con la descentralización, con la desconcentración del poder, pero no solamente del gobierno central, sino que hay que democratizar el Congreso, que se democratice de manera profunda la forma cómo se elige el Congreso, garantizar el acceso de los ciudadanos a la formación de partidos políticos…

–En los últimos tiempos los grupos de poder han cogobernado en el país. ¿Ahora estaría ocurriendo lo mismo?

–El peso que ha cobrado el poder económico en este gobierno es notorio, el peso que ha cobrado las Fuerzas Armadas en este gobierno también es notorio, incluso el peso que ha cobrado la dirigencia conservadora, también es notoria, como se comprueba con la nueva ministra de la Mujer. Pero eso ocurre porque se trata de un proceso que lleva a la presidencia de la República a líderes construidos sobre la base de su carisma personal, y no a través de una organización colectiva, democrática, con una plataforma programática y con compromisos que se construyeron en el tiempo. Si eso le pasó al Partido Aprista y le ha pasado a muchos partidos de masas europeos, por qué no le puede pasar a un partido, como el Partido Nacionalista, de corta duración, de poca presencia en las luchas sociales y que no está consolidado. La rapidez con que el PNP ha involucionado corresponde a la poca solidez orgánica de la organización.

–¿Por eso el presidente Ollanta Humala hizo suya la opción neoliberal?

–No sé si sea neoliberal, pero sí creo que no es el que se habló en el programa de la gran transformación. 

–¿Entonces existen posibilidades para la renovación de la izquierda?

–Yo creo que sí es posible un partido de izquierda, pero tiene que tener solidez programática y de principios, que es lo que le ha faltado a la izquierda en las últimas dos décadas y también tiene que tener un nuevo liderazgo…, después de los últimos acontecimientos yo sí creo que el nuevo proyecto de izquierda requiere de la presencia de una nueva generación de políticos socialistas.


–¿La vieja izquierda fracasó entonces?

–El término me parece demasiado injusto pese a las últimas imágenes que estamos viendo. Creo que si se hace el balance de esta generación se van a encontrar que tuvo un gran aporte. Fue esta generación la que derrotó a la dictadura de Morales Bermúdez, fue esta generación la que aportó a la recuperación de la democracia en el año 80. Y aportó a la recuperación de la democracia el año 2000. Y quizá el último gran aporte sea el haber contribuido a la derrota de la derecha y el Fujimorismo.

–¿Le faltó construir un gran frente, un gran partido?

–Creo que, efectivamente, esa debería ser la meta de una nueva generación de socialistas jóvenes, no solo con rostros renovados, sino con un lenguaje y unas ideas, que retomen lo mejor de la tradición de los años 80, como el inicial proceso de democratización de los partidos y la sociedad…


Efraín Rúa Redacción La Primera

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