♣ POR UNA EDUCACIÓN POPULAR, ENTREVISTA AL COLOMBIANO MARCO RAÚL MEJÍA

Conferencista internacional en materias de educación, el colombiano Marco Raúl Mejía estuvo en Lima a cargo de un seminario para profesores donde desarrolló el tema de los retos de una educación popular en la era de la globalización. La Primera. 
 
Ondas es la estrategia del Instituto Nacional de Ciencias de Colombia (Colciencias), “el escalón inicial en la formación del recurso humano de ciencia para el país”, dice Marco Raúl Mejía, “plantea que el punto de partida de la formación del recurso humano son los niños. Este trabajo se hace a través de la investigación: la tecnología blanda de los cambios”. No buscan hacer científicos a los niños, sino construir una cultura ciudadana y democrática en ciencias e investigación. 

—¿Qué es “Educación popular”?

—Simón Rodríguez, el primero que habla de ello en América Latina, vio la necesidad de un proyecto que nos dé identidad, que nos haga de América y no de Europa. Los procesos educativos normalmente reproducen la desigualdad, producen relaciones de poder que excluyen, segregan. En cambio, la educación popular (no confundirla con educación para pobres) es educación con identidad propia y que, a la vez, enfrenta la desigualdad que se construye no solo en los procesos educativos, sino en los procesos básicos de la sociedad. Por ejemplo, si el joven de pequeño aprende la necesidad de la investigación y la tecnología, va a solicitarla cuando sea grande.

—Dice usted que las nuevas generaciones son más proclives a la liberación de sus placeres. ¿Podría explicarlo?

—Estamos en un tiempo de transformaciones sociometabólicas profundas. Se calcula que un niño entre 8 y 16 años pasa una hora y media más frente a una pantalla que en el tiempo efectivo escolar. Y eso genera una reorganización de los imaginarios. Si un niño, desde que nace, está viendo imágenes, tiene una liberación de los instintos y eso reorganiza el deseo; porque en el hemisferio derecho del cerebro están las sensaciones. McLuhan habló de que el libro es del hemisferio izquierdo, más lógico, más racional. La nueva realidad son muchachos y muchachas más deseantes, que requieren ser educados de otra manera. Es maravilloso que estos muchachos tengan hiperdesarrollado el deseo; es más integral; pero nos toca formarlos a nosotros, a la generación a la que le castraron el deseo. Ese es el reto.

—Temas como las Farc y el medioambiente son sensibles.

—La escuela está atravesada por el conflicto armado, no solo por las Farc. Está atravesada por el proyecto guerrillero; por el proyecto paramilitar; por el proyecto estatal represivo, como el de los falsos positivos. La crisis medioambiental, por otro lado, no es solucionable con el mercado. Somos el continente más rico en megadiversidad, con los mayores recursos hídricos en el mundo; sin embargo, nos dicen que hagamos minería y acabemos con los recursos hídricos. Por ello, en la perspectiva de la educación popular, es necesario recuperar la sabiduría ancestral del buen vivir que tuvieron las comunidades incas, aimaras, toltecas: la unidad entre hombre, naturaleza y cultura; la idea de que el bienestar de todos era y es posible.